No, no crean que quiero decir que este juez sea el único que tiene sentido común. Seguramente hay más, pero éste ha dado pruebas fehacientes. Y ya que desde Kabila damos palos a los jueces y dudamos de que la Justicia sea justa, en muchas ocasiones, hoy debo reconocer que también entre los jueces hay alguno con sentido común.
Porque no se trata de otra cosa: si en la mayoría de las cuestiones se aplicara el sentido común, otro gallo nos cantara.
Francisco José Goyena —lo escribo en negrita para resaltarlo como merece--, juez de la Audiencia provincial de Navarra, ha sentenciado, ante un caso de impago hipotecario, que entregar el piso al banco cancela la hipoteca pendiente.
Porque verán, hasta ahora se está aplicando que en el caso de incumplimiento de los pagos de la hipoteca, si la deuda --al ser ejecutada la misma— es superior al valor en ese momento de la casa, el deudor quedaba obligado a pagar la diferencia.
La historia de este caso navarro es clara. El BBVA, en el momento de hacer la hipoteca, valoró la casa en 75.900 euros en 2007. el préstamo que hizo fue de 71.225. En 2009, se ejecuta la hipoteca, se subasta la casa y se valora el inmueble en 42.895. Total que el banco dice que con el nuevo valor no se cubre la deuda hipotecaria y reclama, además de la casa, la diferencia entre el nuevo valor de la casa y el antiguo más los gastos de liquidación e intereses.
Y aquí el juez ha dicho que nones, y lo que es importante, la razón que da en la sentencia es que admitiendo que la crisis económica es real no se debe olvidar que, según todos los expertos, se debe a la mala gestión de la instituciones financieras y resuelve que con la entrega de la finca se da por zanjada la deuda.
Esto es algo que muchos venimos pidiendo desde hace tiempo: que con la casa se cancele la hipoteca, aunque su valor de mercado no alcance en ese momento al total de la deuda. Izquierda Unida está preparando una iniciativa en este sentido, aunque ya se han manifestado los dos grandes partidos, argumentando que eso hundiría a los bancos. ¡Pobrecillos!
Ya está bien, o sea que montan la crisis y además quieren beneficiarse de la bajada que han provocado en los inmuebles. Esta sentencia, que el banco ha decidido recurrir, si se hace firme puede sentar un precedente que libere a muchas personas que se encuentran en casos similares. En 2010 se calcula que ha habido más de 100.000 casos de ejecuciones de hipotecas, y de ellas parece que más de un 10% estarían en el caso de que la deuda hipotecaria fuera superior al valor actual del inmueble.
Uno que no cree en los milagros, simplemente piensa que hoy se ha producido uno. Este juez, y ojalá que sirva el caso de precedente y sea un virus contagioso, se ha pegado a la realidad y ha aplicado el sentido común. Porque lo que se viene haciendo es inmoral y un atentado contra los más desfavorecidos. Bastante desgracia es que por circunstancias ajenas, producidas por esta crisis, te tengan que quitar la vivienda, como para que además te condenen a una deuda y te hundan en la miseria toda la vida.
Y mientras que muchos ciudadanos lo sufren, estos mismos bancos reciben apoyo público, o sea de los impuestos de todos –también de los que no pueden pagar la hipoteca— y obtienen copiosos beneficios.
Bien por este juez. Si me estuviera oyendo le daría un aplauso.
Salud y República
P.D. Una de bancos. Precisamente de una filial del BBVA en Venezuela. Si ser matón es tener los redaños suficientes para enfrentarse con los bancos para ayudar a los necesitados, ¡vivan los matones!