Revista Cine
¿Alguna vez les ha pasado que, vagando por la red, o ahora con los nuevos servicios de películas on demand se encuentran con un título que jamás habían escuchado y que, por curiosidad, se sientan a verla? Pues el día de hoy me ha pasado y me he encontrado con un rato agradable. Mi familia adoptiva (porque si les digo suegros se enojan) me ha sentado a verla.
Centurión, del director Neil Marshall (Doomsday. El descenso) y protagonizada por Michael Fassbender (X-Men First Class, Shame), es una película de 2010 muy al estilo de gladiador o 300; es la historia de Quintus Dias, un centurión o líder de una legión romana que, tras una batalla perdida, y ser esclavizado por los bárbaros de la inhóspita tierra de Britania, escapa y se encuentra a la Novena Legión Romana, que ha sido encargada de terminar con la invasión a Britania para anexarla al territorio romano. A partir de ahí, se convierte en una constante lucha entre la vida y la muerte al regresar a casa acompañado de un grupo de leales amigos.
Cabe hacer un paréntesis aquí, porque si bien es un guión original (escrito por el mismo director) (al menos no encontré libro alguno sobre el cuál estuviera basado), tiene soporte en la leyenda que rodea a la novena legión romana. ¿Que por qué una leyenda? Pues la historia nos cuenta que, a pesar de que los romanos eran muy estrictos y ordenados en cuanto al registro de sus acciones bélicas, de la novena legión se pierden los registros por un aproximado de 400 años. No hay rastro. Se sabe que bajo el mando de Julio Gneo Agrícola, la legión marchó hacia la isla británica para terminar con el asedio bárbaro, y sin embargo, lo que sigue es que fue reemplazada por Adriano por la Legión VI.
¡Muy bien! Todos hicimos nuestra tarea. El director para hacer su película y yo para contarles en esta reseña sobre ella. En medio de las intrigas de libros sobre contar historias dramáticas sobre leyendas históricas o huecos en la documentación, monumentos y/o reliquias, Centurión se convierte en una película estilo montaña rusa: empieza muy ágil, decae su ritmo bastante a la mitad de la película, para volver a finalizar en un punto álgido donde se desata la traición, las muertes y los protagonistas... bueno, ustedes tienen que verla, porque ya les he contado demasiado. Fassbender lleva todo el peso de la película, y que actor es. Y sigue en crecimiento. Lo acompaña gente como Dominic West (300, Chicago) y Olga Kurylenko (007: Quantum of Solace, Paris Te Amo) y hay que decir que, aunque el resto del cast tiene unas actuaciones poco creíbles, los escenarios son muy sugestivos. Si al verla a más de uno le recuerda Gladiador, 300 o incluso El Señor de Los Anillos, es porque es buen seguidor de las películas de fantasía y guerra. La fotografía muy bien realizada y los efectos muy bien hechos (gente que vomita con la sangre, favor de abstenerse, tiene escenas bastante explícitas), y la dirección cumplidora.
Como sea, es un platillo entretenido para pasar el rato, de los descubrimientos que uno agradece.
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