La idea es poco menos que original, pero un lavadero de autos de Florida, en los Estados Unidos, ofrece una de las rarezas más impresionantes del mercado: las empleadas son todas mujeres bellas que dan el servicio en bikini.
El lavadero de autos "Baywash" fusiona la sensualidad de las bañeras de la recordada serie "Baywatch" con la dedicación de un grupo de damas dispuestas a enjabonar, enjuagar y encerar vehículos vestidas en bikini, ajenas a los efectos negativos de la cosificación de la mujer.
Steve McMahon, de 47 años, abrió el local en 2009 en Winter Park, Florida, para recaudar fondos para la escuela de su hija, quien asiste a una institución especial para niños autistas, informó el sitio británico Daily Mirror.
"Ahora vienen clientes con autos de alta gama, como Lamborghini, Ferrari y Bentley", expresó McMahon, quien se encarga de entrenar a cada empleada para que sepa cómo secar las ventanas sin dejar marcas, limpiar el cuero de los asientos y pasar cera a la carrocería.
"Algunas personas pueden considerar que es un trabajo sexista, pero yo no lo veo así", explicó Jacki Orlando, de 24 años, quien trabaja en el "Baywash" desde 2011. "Me gusta estar acá. Las tareas son pesadas, pero al final del día lo disfruto", señaló la joven.
El servicio de las chicas tiene un precio desde 10 dólares por un un "lavado rápido" hasta un tratamiento especial de limpieza externa e interna del vehículo por 60 dólares.
Pero esta estrategia de marketing no es sólo característica de los Estados Unidos, sino que en una estación de servicio de la localidad bonaerense de Ciudadela ocurre una situación similar.
Allí, un grupo de jóvenes se visten como colegialas para atraer clientes. Polleras, una calza corta abajo, musculosa y medias componen el uniforme de las chicas. "Esta es una condición de trabajo que conocíamos y la aceptamos", dijo una de las mujeres que trabaja en esta particular expendedora de combustibles al ser entrevistada por el noticiero.
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