"Es tan atractiva la palabra 'librepensador' que muchos dicen serlo, sin embargo, si nos atenemos a lo que realmente importa —y lo realmente atractivo—, su significado, muchos no los son. Según Wikipedia, 'un librepensador es una persona que forma sus opiniones sobre la base de la razón, independientemente de la religión, la tradición, la autoridad y las ideas establecidas, para ser dueño de sus propias decisiones'.
A pesar de que este sencillo significado dejaría a muchos fuera de la categoría de librepensador, probablemente una gran mayoría seguiría afirmando que lo es. El problema se produce, según yo, porque es difícil saber si las opiniones que uno tiene y, por ende, las elecciones que uno va a tomar en la vida, se crean libres o subordinadas a los factores antes mencionados. Para graficar esa dificultad voy a referirme a casos que encuentro socialmente importantes y muy sencillos de identificar.
- Religión: En países como este, donde se considera la libertad religiosa como la libertad que tienen las instituciones de enseñarle una religión a los demás —en especial a los niños— y no como la libertad que tienen las personas de elegirla, más le costará a un individuo ser librepensador. Porque la libertad de elegir sólo se puede tener cuando se conocen todas las variables que existen.
Un librepensador, por su puesto, es libre de elegir una religión —si quiere—, pero con anterioridad, ¿consideró que existen muchas religiones? ¿Llegó a tomar conciencia que existen religiones tales como el cristianismo, el islam, el budismo, el hinduismo, el sijismo, el judaísmo, el jainismo, el sintoísmo y el zoroastrismo? ¿Consideró crear una nueva religión? ¿Consideró prescindir de la religión? Si para estas preguntas alguna respuesta es no, entonces no es librepensador.
- Televisión: Para nadie es un misterio el gran poder de persuasión que tiene la televisión, lo masificada que está y que su interés principal es vender —por lo menos, así es, evidentemente, en mi país—. Vende desde aparatos electrónicos y alimentos hasta estilos de vida e imágenes políticas. Para que esta relación que tiene con el televidente sea totalmente efectiva, la televisión tiene que venderse como confiable, por eso no divulga ciertos valores intelectuales que le podrían ser contraproducentes, tales como el pensamiento crítico (proceso mediante el cual se usa el conocimiento y la inteligencia para llegar, de forma efectiva, a la posición más razonable).
La televisión abarca tantos aspectos de la vida que no estar influenciado, directa o indirectamente, por ella es casi utópico. Por eso, creo que estarlo no es determinante para ser o no librepensador; pero como de todas maneras un librepensador debe tomar decisiones utilizando la razón, independiente, en este caso, de la autoridad que le da a la televisión ser confiable, hacerse este tipo de reflexiones es indispensable. Considero que alguien que no tiene conciencia que desde que enciende la televisión hasta que la apaga está siendo persuadido entonces no es un librepensador.
- Ciencia: La mejor forma que tienen las personas de entender el mundo es a través de la ciencia; soy así de categórico porque el método científico es el único método que ha demostrado ser preciso y confiable y, lo mejor de todo, es que avanza con afirmaciones verificables, naturales y discutibles, y sólo de esta manera es posible determinar con objetividad —es decir, mediante la razón— cuando otras personas nos están tratando de engañar, influenciar o guiar.
Pero el método científico no se aprende sólo. Si una persona cree ser librepensador tiene que determinar si lo conoce y entiende, y para determinar esto debe pensar si en su educación se lo enseñaron o si por su cuenta lo ha estudiado.
Una forma sencilla de saber si uno conoce y entiende el método científico es pensar si sabe reconocer cuando una disciplina es o no científica. Si un individuo considera la alquimia, la astrología, el creacionismo, la criptozoología, la frenología, la grafología, la homeopatía, la numerología, la parapsicología, la ufología, la telepatía, etc. como disciplina científica lo más probable es que no sea librepensador.
Para finalizar quiero exponer lo que Carlos Armando De Castro, en su artículo Sobre el librepensamiento y los librepensadores, dice sobre quien debe considerarse un librepensador: 'Alguien que se considere librepensador debe entonces considerarse y ser una persona racional, alguien que al escuchar argumentos irrebatibles, una cadena de razonamiento acertada a la luz de la lógica y basada en hechos comprobables o al menos postulados claros acepte lo que se le dice y dé la razón a quien le habla'. Es decir, un librepensador se sentirá dueño de cada situación que vive y no querrá someterse a nadie ni a nada".
Bayo
Enlace permanente