Ya se que la costumbre es la contraria. El día del padre es el hijo el que regala al padre. Sin embargo, este año propongo invertir los términos: no os arrepentiréis. Si lográis que vuestros hijos ( deben tener más de 18 años) lean Indignación de Philip Roth ( son sólo 170 páginas) seguro que os acercareis a ellos y os entenderán un poco más. Ese será vuestro premio por el día de padre ¿alguien da más?
Este Indignación no tiene nada que ver con el Indignaos de Hessel tan de moda el año pasado. La historia transcurre en la era de los cincuenta, en plena guerra de Estados Unidos contra Corea. El protagonista, un joven inexperto e ingenuo llamado Marcus Messner, se enfrenta a la muerte antes de cumplir la veintena. Inicialmente Roth nos narra su vida apacible en la carnicería kosher de su padre como hijo modelo y con un padre entregado al bienestar de los suyos. Pero las circunstancias cambiarán y la obsesión del padre por la seguridad de su único hijo, que será premonitoria, hará germinar la semilla de una inquietud que finalmente es incapaz de frenar. Una cadena fatal de acontecimientos llevará al joven primero a alejarse de su padre y después a la muerte en la guerra.
Una novela de maduración que presenta a un joven en la encrucijada de una nueva vida. Y claro la tentación fatal se viste de mujer: Olivia, la gentil y bella Olivia, se cruza en el camino de Marcus. Y nuestro joven sucumbe a pesar de su padres que tanto le aman y pierde el rumbo sin oír los consejos de los que siempre le han guiado. Los amigos que no lo son, lo que si lo son y no lo parecen. La excentricidades de los pocos años y las terribles consecuencias de cada elección. Cada uno es responsable absoluto de su vida: Roth nos los recuerda. Nosotros ya los sabíamos ¿y nuestros hijos? No te conformes, indígnate o la vida lo hará por ti.