Nuestro amigo Holden, a través de su blog, me ha propuesto participar en un juego que me ha parecido original e interesante.El juego está inspirado por la película Inside Out (“Del revés”), en la que cinco personajes de animación representan sendas emociones: alegría, tristeza, miedo, asco e ira. Y se trata de elegir cinco libros, cada uno de los cuales nos haya producido una de esas emociones.
Me ha resultado muy difícil elegir un solo libro para cada emoción, por lo que en algunos casos me he tomado la pequeña libertad de nombrar dos. O tres.Son estos:
Alegría. Al pensar en un libro que me haya producido alegría o felicidad, he llegado a la conclusión de que cualquier libro que me gusta me produce felicidad y me alegra; pero quedarme ahí sería hacer trampas. Se trata de elegir un libro que me haya alegrado el ánimo y me haya hecho sonreír. Y entonces han aparecido ante mí El paseo de Robert Walser, y las Historias de amor, de las que ya hablamos hace poco aquí, del mismo autor. Pero también La tienda de los suicidas, de Jean Toulé, que a pesar de su título, es un libro divertido y optimista, con unos personajes sombríos y cenizos que regentan una tienda de artículos para el suicidio, y que descubren con recelo que el hijo menor les ha salido de lo más risueño y alegre.
Asco. Esta ha sido la relación que más me ha costado establecer, porque no recuerdo ningún libro que me haya causado impresión de asco. Sin embargo, recientemente he leído uno que me ha producido angustia y rechazo. Me refiero a El nadador en el mar secreto, deWilliam Kotzwinkle, que es una historia de amor, del amor de un padre por su mujer y su hijo; pero es que está llena de detalles “orgánicos”, de minuciosas descripciones de dolor y trauma físico, algo para lo que yo no tengo espíritu.
Ira. También en este caso dos libros han aparecido a la vez: El conde de Montecristo, de Alejandro Dumas, y La herencia de Eszter, de Sándor Márai. En el primero, como es bien sabido, la injusticia y la traición de las que es víctima Edmundo Dantés dan mucha rabia y ganas de decirle cuatro cosas al pérfido Fernando Montego. Y en el de Márai, el personaje llamado Lajos es un tipo despreciable, un timador y un frescales, que se aprovecha del encanto personal que la naturaleza le ha dado para embaucar a quien tiene mejor corazón que él. En el fondo es un infeliz, siempre trampeando y siempre insatisfecho, pero no escarmienta, y mientras tanto va destruyendo la vida de quien haga falta con tal de salirse con la suya.
Es una historia emocional y psicológicamente intensa y muy interesante.
Esta escena da mucho más
miedo en el libro
Tristeza. De nuevo dos libros vinieron sin titubear a mi mente al pensar en esta emoción, y no puedo dejar de lado ninguno de los dos. Uno es La educación sentimental, de Flaubert, y el otro Flores para Algernon, de Daniel Keyes, una conmovedora historia de ciencia-ficción. Los dos son muy emotivos, los dos me hicieron llorar de pura tristeza y compasión por sus protagonistas, pero, sin pretender comparar dos libros entre los que no hay comparación posible, creo que Flores para Algernon es más enternecedor y el infortunio de su protagonista más impresionante.
Esta es mi selección, que espero les haya parecido interesante.Para completar este juego yo debería ahora invitar a otros blogueros para que presenten su selección de libros en sus respectivos blogs, y por supuesto, todos los que pasan por aquí están invitados. Pero voy a permitirme también una variación, y en vez de nominar blogs concretos voy a pedirles a ustedes otra cosa, para que puedan jugar también, si les apetece, quienes no tengan blog propio. Y es que me gustaría mucho saber no sólo qué les ha parecido mi selección, sino también cuál sería la suya, conocer los libros que les han producido a ustedes cada una de estas cinco emociones. Así pues, los espero aquí detrás, ya saben, en el saloncito de los comentarios.