A los pocos días, al fin, di el primer paso y abrí mi maletín. Revisé las pinturas, los pinceles y seleccioné, uno de cada, sin saber que hacer con ellos. Miré el lienzo y aún entonces, seguí sin saberlo. Decidí ponerle banda sonora a aquel momento.
"La vie en rose"
Y comencé a dibujar trazos, líneas que nacían del centro hacia el exterior como estrellas, como espigas, como los pétalos de las margaritas, como... como un enorme manchón lleno de colorido que ensalzaba mi espíritu. Creí oír a Edith Piaf soltar un grito de lamento al ser testigo de aquel desastre. Y fui consciente, y no me importó; porque nunca fingí, porque me sienta tan bien... Acabó como el resto, en la basura.
Hace dos días, despojé de la envoltura a uno de los lienzos que guardaba en un rincón de la habitación...
