Hace un par de días nos enterábamos de que guardas del Principado, siguiendo las ordenes de sus superiores, habían eliminado un lobo adulto y dos cachorros recién nacidos en el Parque Natural de Ponga, uno de esos espacios protegidos que como la mayoría de los que tenemos en Asturies, de protegido solo tiene el nombre.
Desde que en 2004, el biólogo del Parque Nacional de Picos de Europa aplastó con una piedra el cráneo de 7 cachorros de lobo en este espacio protegido, parecía existir un pacto tácito según el cual era mejor dejar a los cachorros crecer un poco antes de matarlos de un tiro. Matar a un cachorrito no quedaba bonito en la prensa, era mejor esperar unos meses para que algo crecidos ya no despertaran tantas simpatías. Esto es lo que hicieron el otoño pasado, cuando mataron a tiros a la camada de cachorros que un mes antes antes había conseguido ver en un monte del occidente de Asturies.
Pero está claro que a estas alturas, los políticos que se encargan de "gestionar" a esta especie ya se han quitado la careta definitivamente. Hace una semana aún estábamos en plena campaña electoral, y parecía que había que dar un golpe de efecto para que los que gritan y protestan pidiendo masacrar a esta especie se encontraran satisfechos antes de acudir a las urnas.
Pero después de que este hecho saltara a los medios tras de la denuncia de varios grupos conservacionistas, los representantes del Principado nos han sorprendido con la noticia de que los cachorros no habían sido matados, habían sido "retirados" del monte después de haber matado a uno de sus padres o quizás a uno de sus hermanos mayores. También nos comentan que están sanos y felices y que los están criando a biberón y que cuando sean destetados "se gestionará su traslado a un centro adecuado".
¿Te imaginas quién saldrá en esta foto dentro de unos días?
La jugada ha salido perfecta, y al igual que ocurrió hace unos meses con la cría de oso que ahora se encuentra en el cercado de Proaza para sustituir a sus dos ancianas inquilinas. El destino de estos cachorros, en el caso de que se confirme la noticia, será formar parte de uno de los nuevos circos que el Principado piensa organizar y que ya tiene montado en Belmonte, y que recibirá el nombre de "La Casa del Lobo". En 2009 se llevaban gastados 1.300.000 euros en las instalaciones y sólo faltaba buscar unos cuantos lobos cautivos para dar colorido a la instalación. Por aquellas fechas, la entonces viceconsejera de Medio ambiente decía que ese centro seria «importante para el reconocimiento y consideración de la especie».
No deja de resultar curioso el significado que para el gobierno del Principado de Asturies tienen las palabras reconocimiento y consideración, cuando sus actuaciones van encaminadas eliminar a tiros a mas de 90 ejemplares de esta especie en un sólo año, incluso dentro del Parque Nacional de Picos de Euopa.
Los lobos están bien, pero dentro de una jaula, que es lo que corresponde al circo en el que se transformado el famoso Paraíso Natural, que ya nadie se cree, salvo los encargados de las empresas donde se imprimen los folletos institucionales.