Revista Opinión

Un loco día de playa…

Publicado el 11 diciembre 2019 por Carlosgu82

Hace dos años iba a la playa junto con mi familia en la guaira Venezuela por Catia la mar, legamos a eso de las 9:00 a.m, el dìa estaba espléndido, mi madre acomodaba nuestras cosas mientras que mi hermano buscaba aperitivos, mi cuñada por su parte cuidaba de sus dos hijos (uno de 2 años y el otro de 6), luego de un rato de reflexionar y patear la arena decidì librarme de mis inhibiciones y colocarme el traje de baño (yo tenìa 16 años) como soy tímida por naturaleza me cuesta un poco, lo cierto es que me atreví y corrí a nadar, duré unas tres horas en mi soledad disfrutando del agua salada y el picor del sol en mi espalda cuando de pronto mi hermano y cuñada decidieron entrar con sus dos hijos, como soy amante de los niños les pedí que me dieran al más pequeño (de dos años) y lo sostuve en brazos aún dentro del mar, en un momento dado mi hermano y cuñada se alejan y quedo sola con el niño, las olas comenzaron a incrementarse tanto en altura como en ritmo o continuidad, no sé por qué pero en un momento me descuidé y al voltear ví cómo una gran ola se acercaba desde lejos, recuerdo que la ví y pensé ¨es grande¨ pero no hice nada simplemente dejé que llegara pues imaginé que decrecería en el camino, resulta que no sucedió y allí fué cuando me percaté de que debía correr, pero estando en el agua claramente es difícil y mi pequeña estatura (1.50 aproximadamente) no me ayudaba en nada, no me quedó màs remedio que dejar que la ola nos impactara, al suceder noté lo fuerte que era y aunque tomé a mi sobrino en brazos con todas mis fuerzas, el agua nos revolcó y de pronto el niño sale de mis manos, me asusté no paraba de pensar en lo que sucedería si el niño quedaba sumergido y no podría encontrarlo, en cuanto cesó la ola y pude ya cara en la arena de la orilla y pude alzar la mirada noté con alivio que el niño me veía con una tierna y conbfundida mirada en brazos de un salvavidas que me veía con molestia en su rostro, me levanté y mi pecho casi al aire por tan brutales movimientos acuáticos me apenaron, todos reían y fuí el centro de atención… hoy día es una graciosa anécdota que entre risas y burlas me recuerdan cada vez que nos reunimos.Un loco día de playa…


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