Revista Cultura y Ocio

'Un lugar a donde ir' de María Oruña

Publicado el 14 marzo 2017 por Ncarboz @ncarboz

Un lugar a donde ir - Planeta - Destino







Ficha técnica
Título: Un lugar a donde irAutora: María OruñaPublicación: 21/02/17Páginas: 520Editorial: Ediciones DestinoGénero: Novela negra
Sinopsis
Han transcurrido varios meses desde que Suances, un pequeño pueblo de la costa cántabra, fuese testigo de varios asesinatos que sacudieron a sus habitantes. Sin embargo, cuando ya todo parecía haber vuelto a la normalidad, aparece el cadáver de una joven en La Mota de Trespalacios, un recóndito lugar donde se encuentran las ruinas de una inusual construcción medieval. Lo más sorprendente del asunto no es que la joven vaya ataviada como una exquisita princesa del medievo, sino el objeto que porta entre sus manos y el extraordinario resultado forense de la autopsia. 
Cuando hasta los más escépticos comienzan a plantearse un imposible viaje en el tiempo, comienzan a ocurrir más asesinatos en la zona que parecen estar indisolublemente unidos a la muerte de la misteriosa dama medieval. 
Mientras Valentina Redondo y su equipo investigan los hechos a contrarreloj, Oliver Gordon, ayudado por su viejo amigo de la infancia, el músico Michael Blake, buscará sin descanso el paradero de su hermano Guillermo, desaparecido desde hace ya dos años, y descubrirá que la verdad se dibuja con contornos punzantes e inesperados.
Autora
'Un lugar a donde ir' de María OruñaMaría Oruña (Vigo, 1976), gallega de padre cántabro, desde pequeña visita con frecuencia Cantabria. Allí ha ambientado Un lugar a donde ir y su novela anterior, Puerto escondido (Destino, 2015), un exitoso debut en el género negro que ha sido traducido al alemán, el francés y el catalán. En ambas novelas los protagonistas son los paisajes cántabros y el equipo de la teniente Valentina Redondo, que se ha ganado el cariño de miles de lectores. Oruña es abogada y actualmente compagina esta profesión con la escritura. Ya está trabajando en su próxima novela. @maria_oruna
Mi opinión
Unos meses después de los asesinatos transcurridos en Suances un pueblo de la costa cántabra, que echaron por tierra la plácida vida de sus habitantes volvemos a reencontrarnos con Valentina y Oliver. Su relación se está consolidando, aunque el carácter obsesivo y cuadriculado de Valentina Redondo consecuencia de los hechos traumáticos acontecido en su infancia, no la dejan entregarse al cien por cien a esa felicidad que tiene tan cerca. Por otra parte el hotel turístico que ha instalado Oliver en la casa familiar que fue el inicio de los asesinatos de Puerto escondido, va viento en popa. Esta tranquilidad se rompe con la aparición del cadáver de una joven vestida de princesa medieval, precisamente en una ruinas de esa época. Se trata de La Mota de Trespalacios, una fortificación medieval con estructura militar de planta circular rodeada de murallas terreras. Su función se vincula con un puesto de control de un camino histórico, que discurría por delante. Además la vestimenta de la muchacha no será la única sorpresa. El objeto que lleva en sus manos y los primeros resultados de la autopsia descolocarán a Valentina Redondo y a su equipo, que serán los encargados de esta investigación en que el tiempo corre en su contra cuando aparecen nuevos cadáveres relacionados claramente con el primer asesinato.
Mientras discurre la investigación de los crímenes, Oliver Gordon continua en busca de su hermano Guillermo, del que hace ya dos años que no sabe nada. Lo hará con ayuda de un amigo de la infancia, Michael Blake y con la asombrosa aparición de un personaje de su pasado que le hizo mucho daño.
Si en Puerto escondido fueron dos las voces que nos guiaron a través de la historia, en Un lugar a donde ir van a ser tres narradores. En primer lugar un narrador omnisciente en tercera persona es el que nos cuenta el desarrollo de la investigación, intercalando la acción que vive Valentina en su mayoría y la que vive Olivier. Otro narrador omnisciente nos cuenta el pasado de un grupo de amigos hasta el momento y lugar presente donde ocurren los asesinatos. Y finalmente hay un tercer narrador muy distinto a los otros dos, el viajero del Sótano de las Golondrinas. Son las reflexiones en primera persona de un personaje a medida que se va desarrollando la acción. Un personaje que nos intentará engañar a lo largo de la trama y que parece que se atribuye la culpa de todo. ¿Pero es realmente el culpable?
Si de algo me ha servido haber leído Puerto escondido justo antes de Un lugar a donde ir, es para apreciar el salto y la evolución a mejor que ha hecho María Oruña en cuanto al estilo y la prosa, mucho más cuidado. Una prosa limpia hace que la novela avance de forma fluida y clara, con un ritmo pausado aunque hacía la mitad parece que frena un poco para acelerarse en el desenlace.
Los personajes protagonistas siguen siendo Valentina y Oliver. Si bien conoceremos algo más de ellos, lo que ayuda a entender su forma de actuar y veremos también su evolución. Valentina da un paso al frente, para así romper con su pasado y su infancia que la han convertido en una persona obsesiva con el orden y que no se permite salir de su normas y límites. Por otra parte Oliver se dará cuenta que algunas personas que creía conocer lo han engañado, pero sus descubrimientos lo llevaran a estar más cerca de dar con el paradero de su hermano. Aunque es una trama que sigue sin resolverse, y creo que será unos de los hilos principales de la tercera parte. De los secundarios tengo especial predilección por Sabadell, con sus chascarridos y su malhumor. Me río mucho con él.
La ambientación es uno de los pilares de Puerto escondido y en Un lugar a donde ir todavía gana más fuerza. Cuando se promueve la lecturas como una forma de viajar sin moverse y de conocer nuevos lugares, esta novela debería ser un ejemplo de ello. María Oruña tiene mucha facilidad para descubrirnos esos lugares, para hacerte sentir que estas allí y despertarte ese gusanillo para ir a visitarlos. Además hay que remarcar el gran trabajo de documentación que ha realizado. Queda patente en las explicaciones sobre espeleología y geología que se tratan durante la trama
El remate a esta historia que tanto he disfrutado son sus últimas páginas. Sucede algo que nos deja con la miel en los labios y ansia por leer el siguiente libro. Un cliffhanger en toda regla. El típico artificio narrativo mediante el cual la escena del final del capítulo de una obra que se espere que continúe en otra entrega, genera el suspense necesario para hacer que el lector  se interese en conocer el desarrollo de dicho efecto en la siguiente entrega.
Dos apuntes finales. Primero, no es necesario haber leído el anterior para disfrutar de este, pero si lo hacéis sabréis más de sus protagonistas y en que circunstancias se conocieron Valentina y Oliver. Segundo, el título de la novela vuelve a tener un significado muy especial y eso está muy presente durante toda la trama. No puedo dejar de mencionar como he disfrutado escuchando la lista de música con la canciones protagonistas de la novela mientras iba leyendo.
En definitiva, Un lugar a donde ir es una magnífica novela negra con una historia bien estructurada y documentada, con mucho suspense, en que la evolución del estilo de la autora es claro, la ambientación su punto fuerte, y que nos deja con ganas de más.  Os recomiendo Un lugar a donde ir sin dudar.
'Un lugar a donde ir' de María Oruña
Mi valoración:


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