2011 toca a su fin.
Un año que recordaré por haber sido mi primer año exclusivamente como freelance.
Un año en el que he tenido la oportunidad de descubrir y empezar a formar parte del vertiginoso mundo de los emprendedores y de seguir colaborando en proyectos relacionados con los medios sociales.
Un año de mucho trabajo, con reconocimientos, y hasta algún premio, que se agradecen enormemente y motivan a seguir trabajando.
Un año en el que también han habido desilusiones, e incluso alguna decepción, por el tiempo y esfuerzo invertido en propuestas que nunca se harán realidad.
Un año en el que he podido llevar a cabo algunos de los proyectos personales que me había propuesto, y de aceptar que algún otro, por muy ilusionante que fuera, ya no tocaba.
Un año en el que las cosas no han sido sencillas (si es que alguna vez lo han sido) pero que acaba con la sensación de las expectativas cumplidas y con la ilusión por haber empezado a recorrer mi propio camino profesional.
Un camino que no quiero recorrer sólo porque no me interesa ir rápido*.
Un camino en el que prefiero ir acompañado porque lo que quiero es llegar lo más lejos posible*.
Un camino donde cada día encuentro a gente interesante de quien aprender cosas nuevas.
Un camino compartido con muchos otros que no estará exento de dificultades.
Un camino cuyo destino final sólo nosotros conocemos porque depende principalmente de lo que seamos capaces de aportar.
Feliz Año nuevo!
*Proverbio africano