Norelys Morales Aguilera.- Tiene que ser un mal chiste que de la agencia Europa Press, también de corte franquista, informe que Ángel Carromero Barrios, dirigente de Nuevas Generaciones del Partido Popular que conducía el coche que tuvo el accidente en el que murieron Oswaldo Payá y Harold Cepero, viajó a Cuba por "motivos personales y no políticos".
La afirmación es atribuida a Borja Alcedo, amigo y colaborador en el partido, que ha insistido en que el accidente se debió al mal estado de la carretera, sin hacer referencia al exceso de velocidad y la violación de la señalización debidamente documentada por el peritaje efectuado.
Alcedo ha explicado que Carromero tiene unas "profundas convicciones cristianas" y es un "amante de la libertad", razones por las que viajó a Cuba, un viaje sobre el cual "el partido no estaba informado" ha señalado, con lo que el derechista Partido Popular pretende alejarse de sus trajines habituales en la Isla y obviar todas las gestiones y manejos políticos que han realizado hasta hoy, respecto al caso.
El amigo de Carromero no tuvo más remedio que admitir, ante las pruebas que se han visto que el coche no fue impactado, pero continúa insistiendo en el mal estado de la vía que estaba señalizado y se olvida de la patita caliente del dirigente juvenil del PP que ahora hace turismo político.
Carromero "se encuentra instruido de cargo por homicidio" por el accidente de tráfico ocurrido el 22 de julio. Según el código penal cubano, "el conductor de un vehículo que, infringiendo las leyes o reglamentos del tránsito, cause la muerte a una persona, incurre en sanción de privación de libertad de uno a 10 años".
¿A quién le van a hacer creer que reuniones con Payá y compañía, con entrega de dinero incluída y en compañía del sueco político de derecha, Jens Aron Modig se debían a paseítos y buena vida? Sencillamente tiene que ser un mal chiste.