Revista Cultura y Ocio
"Si la tierra hablara, ¿qué historias contaría?
La mañana de mi nacimiento. Mi madre cavaba. Cubierta de hollín y sangre. Aunque alguien no la hubiera visto en la oscuridad, seguramente habría detectado su olor. Me llevaba atada a su cuerpo, envuelta en una sábana rota. La lluvia y el viento nos batían desde ambos lados, pero ella siguió cavando. Escuché su corazón. Apretando la cara contra el abanico de sus costillas, sentí un sabor a herrumbre y a muerte."
Un comienzo potente y una cubierta llamativa. Lo cierto es que ya me había ganado la partida incluso antes de saber que se basaba parcialmente en la vida de una leyenda, Jessie Hickman. Por eso lo tuve en casa apenas salió a la venta y lo devoré en apenas un par de ratos. Y por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Un mal día para nacer.
Quien nos cuenta la historia es el bebé muerto de la propia Jessie. Cuando comienza el libro sigue vivo, pero es apenas por un momento y, tras su muerte, se funde con las tierras australianas para irnos relatando la vida de esta mujer. Una mujer que nunca lo tuvo fácil, vendida a un circo cuando lo abandonó tras el terrible accidente de un niño amigo suyo, utilizó sus habilidades con los caballos para robarlos y ganarse la vida. Cuando una mujer se dedica a eso en los años veinte... acaba en la cárcel. Y para salir queda a cargo de quien sabe que tiene todos los derechos sobre ella. Así es su vida y para librarse de ella volverá a ser una forajida perseguida por dos hombres.
El comienzo de la novela es tremendo, una mujer da a luz un niño y lo mata... eso hay que encajarlo y la autora se encarga de ello. Para empezar, es nuestro narrador, así que no sufrimos una pérdida total; y además por el camino nos irá relatando esas cosas que uno conoce de las personas que le dieron la vida. Y así comenzamos el recorrido por la más que difícil vida de la protagonista, conocemos así la parte más árida de Australia, comparable con las zonas más duras de Estados Unidos, esas que estamos más acostumbrados a recorrer literariamente hablando. Y compartimos sus dificultades, porque ser mujer puede convertirse en una dificultad añadida. Y para esta mujer todo son dificultades, incluso cuando cree que puede salir de un infierno, como la cárcel, es para entrar en otro peor, que acaba empujándola a matar. Y así oscila entre la luchar y la incredulidad ante sus propios actos, ante la atenta mirada de un lector que no sabe si compadecerla o admirarla.
El peso de la novela lo lleva Jessie junto con dos hombres que saldrán a perseguirla, cada uno con sus motivos, todos ellos con fantasmas, con secretos, con zonas oscuras. Porque si algo ha conseguido Courtney es construir una historia marcada por la soledad, en los actos, en sus corazones, en sus vidas. Y eso hace que cada uno tome sus decisiones y se haga fuerte, y ese es el camino que les toca recorrer, siempre avanzando. Esa es la enseñanza que podemos sacar de entre las líneas de esta historia.
Posiblemente llegué con demasiadas ganas, pero no he podido dejar de sentir un cierto desapego para lo que reconozco como una gran historia en la que no he conseguido llegar a entrar del todo.
Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?
Gracias