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Un mal menor

Publicado el 07 noviembre 2012 por Futbolgol
Real Madrid

Real Madrid

Artículo escrito por Guillermo Fernández:

El Real Madrid sacó un empate ante el Borussia Dortmund en el Santiago Bernabéu a pesar del pobre partido realizado por los pupilos de José Mourinho.

La noche prometía buen juego. Modric formaba junto a Xabi Alonso en el doble pivote y por delante la verticalidad y la magia de Cristiano Ronaldo, Di María y Özil debían hacer el resto. Pero nada de eso ocurrió. Tremendamente imprecisos y faltos de movilidad, los blancos se vieron sometidos ante la inteligencia alemana. Gundogan, Reus y Götze eran los que mandaban y Lewandowski el que guerreaba. Tremenda la pelea del polaco con los centrales madridistas, de la que casi siempre salía victorioso.

Lo dicho. El Real Madrid era una máquina de perder balones, algo que facilitaba la labor de los de Klopp. Ellos sí la guardaban y cuando tenía ocasión lanzaban contraataques al alcance de pocos equipos en Europa. Verticales y llenos de criterio. Así se presentaron hasta en tres ocasiones en el área de Casillas en las que entre el portero, Varane y Pepe evitaron un mal mayor. Pero esta vez cambió el dicho y a la cuarta fue la vencida. Corría el minuto 28 de partido, Lewandowski ganaba por arriba a Pepe en el salto, Varane y Arbeloa estaban muy lejos de donde debían haber estado y Reus no perdonó ante Casillas. 0-1 y a temblar. Tras el gol las imprecisiones se mantenían pero el empuje crecía. El Borussia, por su parte, seguía a los suyo. Pero tan sólo siete minutos después del gol teutón, en una jugada aislada a la vuelta de un corner, Özil, una de las mejores apuestas deportivas de este equipo a pesar de las críticas, puso un balón al segundo palo que Pepe remató con la cabeza y el alma. Tras el empate nada cambió. La noche en el Bernabéu era tan fría como el juego de su equipo. El Borussia demostraba más aplomo y mejor predisposición. Para colmo, Sergio Ramos dejó una autopista en su lateral que Grosskreutz aprovechó en un balón largo del guardameta Weidenfeller, para asistir a Götze y establecer el 1-2 en el electrónico. Demasiado sencillo y demasiado cerca del descanso. 

Tras el paso por vestuarios algo cambió el guión del partido. Entraron Callejón y Essien por Higuaín y Modric y el escenario dio un giro completo. El Borussia no salía igual al ataque y los blancos habían dado un paso al frente. Especialmente inspirados estuvieron los cambios. Essien aportó sentido al centro del campo a la vez que contención y Callejón dotó al equipo de esa movilidad de la que estaba careciendo. Así, el canterano madridista tuvo hasta tres buenas ocasiones y un gol anulado por un discutible fuera de juego. El Real Madrid no jugaba bien pero empujaba. Sin que se convierta en costumbre, a veces puede servir. Y así fue. Mesut Özil, gol y asistencia, lanzó una falta con el partido agonizando que Weidenfeller no acertó a atajar. Empate y delirio en el coliseo blanco.

No hubo tiempo para más. Después de lo visto en Concha Espina el empate debe saber a gloria a un Real Madrid que debe dar gracias a Mancini, que sigue sin convencer en Manchester y en las noticias de fútbol mundial. Así, los blancos siguen segundos a un punto del Borussia. Misma situación, una jornada menos.


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