Arde Roma
y yo gritando entre las llamas
con un ardor frio que clama justicia
no soy la dueña de casa
ni soy la situacion.
Yo soy la tensa espera,
la confianza rota en trocitos esparcidos por el suelo,
la pena me maquilla la cara porque no hay nada que discutir,
los suspiros se instalan en mis hombros desnudos
y en el fondo de mis ojos la razón me devuelve el golpe,
las palabras me pesan en los tobillos y aun no topo fondo!