Un masía en el Empordá minimalista
¿Te gusta la fusión entre tradición y modernidad? Entonces tienes que ver esta masía de principios del XX convertida en galería de arte moderno y de muebles mid-century. Una gozada para los sentidos
Esta no es una casa cualquiera. Para empezar, son dos casas unidas por un exquisito patio que, al estar cubierto, favorece el paso de una a otra, a la vez que resulta un espacio perfecto para largas comidas o cenas. Pero lo más impactante de esta masía es que el concepto rural solo está en el exterior. Su interior es puro diseño y minimalismo.
Ahora, también te digo que esta es una casa para la contemplación, más que nada porque a menos que seas un fiel seguidor del minimalismo, echarás en falta muchas cosas que poder tocar. Pero como hay que ampliar horizontes, pasa, que te la enseño.
dos casas y un impresionante exterior
El estudio de Francesc Rifé está detrás de esta fabulosa masía en el Empordà. La edificación más baja data de principios del XX y ha sido totalmente rehabilitada. Se han mantenido muchas de sus señas de identidad, aunque también se han actualizado cosas tan necesarias hoy día como ventanales más amplios.
La casa más alta es de nueva construcción, algo difícil de creer viendo su exterior en la foto de abajo. Pero incluso por dentro verás que Rifé ha preparado un cóctel fusión entre tradición e innovación. Por ejemplo, ha usado materiales actuales, como el microcemento, en la antigua construcción y otros más clásicos, como la madera, en la nueva casa.
todos los muebles de exterior han sido diseñados por Rifé para Point las dos casas se comunican por un porche techado con una gran pérgola como las que venden en Unopiù el porche ondulado está cubierto de caña y parra virgen, que le añade su puntito bucólico ladera abajo, la masía cuenta con una piscina en formato rectangular. Está bordeada por losas de piedra y revestida de gresite azul1 | la casa con solera
una galería de arte
Aunque parezca mentira, es en esta casa donde el arte campa a sus anchas. Sus techos abovedados o revestidos de vigas y madera son el marco perfecto para exponer arte moderno, pues ambos se retroalimentan. Luego, que abras más la boca con el entorno o el arte, ya es cosa tuya.
cuadro de Miquel Mont. Silla de Charlotte Perriand y sofá de los 50 retapizado con tela de peluche todos los suelos de la planta baja son de microcemento claro silla Antony de Jean Prouvé. Cuadro de Peter Zimmermanncocina
La cocina es otro claro ejemplo de fusión. Muebles de acero pulido y de hierro con acabado pavonado que encajan a la perfección con los suelos originales de barro. Y te preguntarás … ¿qué es eso de pavonado? – yo, al menos, me lo pregunté. Pues es un proceso por el cual el acero se calienta hasta alcanzar un tono azulado (como el plumaje de los pavos, de ahí su nombre) que le confiere una cierta capacidad de protección contra la corrosión.
diría que la butaca puede ser la de Torres Clavé de Mobles 114dormitorio principal
Al dormitorio principal se accede por unos escalones de piedra, flanqueados por un vestidor con puertas antiguas y por el baño. El hierro pavonado es, de nuevo, el protagonista en esta suite, pues es el material con el que se ha realizado el cabecero y el mueble bajolavabo. Líneas muy depuradas para acentuar aún más el minimalismo monacal de este dormitorio.
elementos conservados: la piedra de los escalones, los suelos de barro o la madera natural del vestidor blanco impoluto del mármol de Calacatta y de las vigas para destacar el mueble bajolavabo. La pared de espejo multiplica el espacio dormitorio con chimenea y salida a la terraza terracita del dormitorio con estructura de hierro que sostiene el cañizo2 | el impresionante y nuevo anexo
El tamaño sí importa. Al menos en este salón de dimensiones king size tanto en espacio como en altura. Y aunque el arte tampoco falta aquí, la estrella es, sin duda, el mobiliario firmado por grandes del siglo XX.
Sin embargo, lo más gustoso, desde mi punto de vista, son los sofás osito de peluche – por algo estarán inspirados en el sofá de Jean Royère, Ours Polaire, diseñado en 1950. Lo interesante de The Polar Bear, como se conoce actualmente a este sofá, es que no existen re-ediciones y por lo tanto, el original solo se puede adquirir en subastas a unos precios realmente desorbitantes – en 2011 se llegó a pagar 800.000$ por un solo sofá!!!
mesa redonda blanca de Mathieu Mategot y la que tiene forma de mancha es de Le Simonet. Los cuadros son de Joaquin Chancho. Los sofás son una inspiración del modelo Ours Polaire de Jean Royère butacas y sillas de Charlotte Perriand, mesa de comedor de Pierre Chapo y lampara de Serge MouillePhotos: FernandoAlda.com. En el link arriba de Francesc Rifé puedes ver muchas más fotos de la casa.