Me carcajeo estos días a mandíbula batiente con Solar, con la que Ian McEwan vuelve por los divertidísimos fueros de Amor perdurable y demuestra que sigue en plena forma cuando de escribir comedia negra se trata. Vengo hoy, sin embargo, por aquí a dejarles la reseña de una novela del otro lado del espectro, Un matrimonio feliz de Rafael Yglesias, por culpa de la cual derramé alguna que otra lágrima el pasado mes de marzo y sobre la que pueden leer en el Qué Leer del corriente mes.
Publicado en Qué Leer, nº 165 (mayo, 2011)