Revista Cultura y Ocio

"Un matrimonio perfecto", de Paul Pen: un thriller adictivo que da mucho que pensar

Publicado el 16 junio 2019 por Lidiacasado
matrimonio perfecto
matrimonio perfecto
Título: Un matrimonio perfecto
Autor: Paul Pen
Editorial: Plaza&Janés
Género: novela, thriller, misterio, intriga
Páginas: 352
Publicación: Abril 2019
ISBN: 9788401023132
matrimonio perfecto
 Frank y Grace forman el matrimonio perfecto. Pero cuando emprenden junto a sus dos hijos un viaje en autocaravana a través de los Estados Unidos, no pueden imaginar que se dirigen a un encuentro inesperado, capaz de destruir a la familia y poner sus vidas en peligro mortal.
  Traducido en Alemania, Italia, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos, y con más de 150.000 ejemplares vendidos, Paul Pen regresa con una sorprendente novela que se lee sin freno. Un vertiginoso descenso al lado oscuro de lo cotidiano, a los terribles secretos que todos escondemos tras nuestras fachadas de aparente perfección.
    Ufffff. Escribo esta reseña nada más terminar Un matrimonio perfecto y aún tengo el corazón acelerado por la adrenalina que acabo de soltar leyendo su final. Y lo peor es que aún no tengo muy claro qué siento por este libro.
   Indudablemente, me ha gustado. Pero creo que tiene que pasar algo de tiempo para que digiera todo lo que me ha hecho sentir y  pensar. Porque, como suele pasar con los libros de Paul Pen, hay mucho sobre lo que pensar.
  Quizá la reflexión más importante que propone la novela sea sobre la propia identidad. ¿Quién somos realmente? ¿Qué parte de nosotros ocultamos a los demás y por qué motivos? ¿Quién podemos llegar a ser?
  De igual modo, y hablando de lo que mostramos y lo que ocultamos, está la reflexión sobre nuestros secretos. Es uno de los pilares del libro. Obviamente, el secreto (o, mejor, uno de los secretos) que oculta uno de los protagonistas de la novela es extremo; es complicado que alguien en la vida real guarde un secreto de tal magnitud. Pero creo que la reflexión es extrapolable. De hecho, en la novela, la importancia de los secretos que guardar va en aumento: al principio es algo pequeño, que va creciendo como una bola de nieve descontrolada hasta sepultar lo que somos (o lo que creíamos ser. Y tener). Y eso sí me parece muy real.
  Y ahí está la invitación a pensar sobre nuestros propios secretos y sobre las líneas rojas que estamos dispuestos a sobrepasar por protegerlos.
  Quizá por todo esto que esto diciendo, no puedo señalar ningún malo, malo en esta novela. Porque todos los actos reprochables que los personajes cometen en ella tienen un motivo. Ojo, no una justificación, pero sí una razón que el lector puede compartir más o menos pero que nos hace pensar que no se trata de malvados al uso, gente sin alma que comete fechorías a diestro y siniestro, sino que tienen una profunda motivación que les lleva a hacer lo que hacen. Y creo que eso es un gran acierto del autor, porque los humaniza, los acerca a un lector que llega, incluso, a empatizar con ellos. En lo bueno y en lo malo.
  Como el propio título adelanta, otra de las reflexiones que plantea la novela es la de la diferencia entre la fachada de algunas familias y matrimonios y lo que realmente bulle en su interior. En esta época de redes sociales en las que solo mostramos lo bonito y lo excitante, pocos son los que se resisten a mostrar la mejor cara de su vida familiar. Incluso puede ser que no se trate de una fachada, sino que, simplemente, la manera en la que vivimos y la forma en la que los demás nos ven haga parecer que nuestra familia es perfecta. O, incluso, puede ser que lo sea, ¿por qué no? Pero Pen nos hace pensar en lo que se revuelve por debajo, en las cloacas, en la oscuridad de uno o varios de los miembros de esa aparente familia perfecta.

  Y hablando de redes sociales e internet, las nuevas tecnologías también están muy presentes en la novela. Y me ha interesado mucho la manera en la que aparecen: me parece muy realista y acertada.
    Junto a todo esto, también podemos encontrar la reflexión sobre la responsabilidad y la culpa, sobre asumir la parte que nos corresponde en los actos que llevamos a cabo o que nos afectan aunque sea de forma tangencial o echar balones fuera y cargar sobre hombros ajenos lo que, en realidad, es de nuestra competencia.
    Finalmente, me gustaría hacer una mención especial a Audrey, la hija mayor de este matrimonio, y a toda la ideología que exhibe a lo largo de la novela. Me ha encantado su visión del mundo, su falta de prejuicios y su capacidad de encontrar los de los demás y desmontarlos. Ojalá supiera educar una hija así. Al final va a resultar que sí eran una familia perfecta...   
    En definitiva, una novela sobrecogedora que engancha con una trama que da algunas vueltas muy interesantes y que da mucho que pensar. Pero mucho, mucho. 
     Nos seguimos leyendo.
matrimonio perfecto

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