Está tu autoestima, en un lado rocoso? Aquí te traigo algunos consejos útiles para que mejores en siete días.
Parece que he perdido la cuenta de cuántas veces he leído y oído que los matrimonios de celebridades fallan casi a la izquierda y a la derecha. No es que me importe (y personalmente no me importa), parece extraño que a menudo veamos a las estrellas de cine y televisión como personas perfectas, viviendo la vida de cuento de hadas de la riqueza y el glamour. Supongo que todos tenemos que dejar de meter la cabeza en las nubes y enfrentar la realidad.
Hay muchas maneras de perder el sentido de la autoestima a pesar de lo trivial que pueda ser. Pero pase lo que pase, todos debemos tratar de no perder nuestro propio sentido de identidad.
Entonces, ¿qué se necesita para estar ahí arriba? Estas son algunas de las cosas que puedes pensar y mejorar que deberían ser suficientes durante una semana.
1. Conoce tu propósito
¿Estás deambulando por la vida con poca dirección, esperando encontrar felicidad, salud y prosperidad? Identifica tu propósito de vida o declaración de misión y tendrás tu propia brújula única que te llevará a tu verdad, hacia el norte cada vez.
Esto puede parecer complicado al principio cuando te ves en un aprieto o incluso en un callejón sin salida. Pero siempre existe ese pequeño resquicio para cambiar las cosas y tu mismo puedes hacer una gran diferencia.
2. Conoce tus valores
Qué valoras más? Haz una lista de tus 5 valores principales. Algunos ejemplos son seguridad, libertad, familia, desarrollo espiritual, aprendizaje. A medida que establezcas tus objetivos para lo que queda de año o para el 2021, compara tus objetivos con tus valores. Si el objetivo no se alinea con ninguno de tus cinco valores principales, es posible que desees reconsiderarlo o revisarlo.
El número no debería desanimarte, sino que deberías motivarte a hacer más de lo que jamás hayas soñado.
3. Conoce tus necesidades
Las necesidades insatisfechas pueden evitar que vivas con autenticidad. Cuídate. ¿Necesitas ser reconocido, tener razón, tener el control, ser amado? ¡Hay tantas personas que viven sus vidas sin realizar sus sueños! y la mayoría de ellos terminan estresados o incluso deprimidos.
¡Enumera tus cuatro necesidades principales y satisfacelas antes de que sea demasiado tarde!
4. Conoce tus pasiones
Sabes quién eres y de lo que realmente disfrutas en la vida. Los obstáculos, como la duda y la falta de entusiasmo, solo te obstaculizarán, pero no afectarán a tu oportunidad de convertirte en la persona que deberías ser. Exprésate y honra a las personas que te inspiraron a convertirte en la persona que querías ser.
5. Vive de adentro hacia afuera
Aumenta la conciencia de tu sabiduría interior al reflexionar regularmente en silencio. Comunícate con la naturaleza. Respira profundamente para calmar tu mente distraída. Para la mayoría de nosotros, los habitantes de la ciudad, es difícil encontrar la paz y la tranquilidad que queremos incluso en nuestra propia casa. En mi caso, a menudo me siento en una habitación con poca luz y escucho música clásica. Hay sonido, sí, pero la música calma a la bestia salvaje.
6. Honra tus fortalezas
¿Cuáles son tus rasgos positivos? ¿Qué talentos especiales tienes? Enumera tres: si te atascas, pídele a los más cercanos que te ayuden a identificarlos. ¿Eres imaginativo, ingenioso, bueno con tus manos? Encuentra maneras de expresar tu ser auténtico a través de tus fortalezas. Puedes aumentar tu confianza en tí mismo cuando puedes compartir lo que sabes con los demás.
7. Servir a otros
Cuando vives auténticamente, puedes descubrir que desarrollas un sentido interconectado del ser. Cuando eres fiel a quien eres, viviendo tu propósito y dando tus talentos al mundo que te rodea, devuelves en servicio lo que viniste a compartir con los demás, tu espíritu, tu esencia. Las recompensas por compartir tu regalo con tus seres queridos son realmente gratificantes, mucho más si fueran los ojos de un extraño que puede apreciar lo que les has hecho.
La superación personal es de hecho un tipo de trabajo que vale la pena. No siempre debes estar dentro de los límites de un edificio de oficinas, o tal vez en las cuatro esquinas de tu propia habitación. La diferencia radica en nosotros mismos y cuánto queremos cambiar para mejor.