Un mes con tan solo seis prendas de vestir

¿Vivirías durante un mes con sólo seis prendas de vestir?

Esto es lo que propone este experimento, con la esperanza de ayudar a sus participantes a responder cosillas como estas: ¿Qué es lo que dice de nosotros nuestra ropa? ¿Por qué perdemos tanto tiempo delante del espejo, o en comprar lo que llevamos? ¿Qué pasaría si empleásemos ese tiempo y ese dinero en otra cosa?

Un asunto y unas preguntas no aplicables a todo el mundo, desde luego. Me viene a la mente un amigo que viaja a todas partes con lo puesto y lava la ropa por la noche con la misma pastilla de jabón que usa para la ducha. O eso dice él. Pero si tu armario se parece al de Eva Perón, igual merece la pena probar alguna versión de este experimento.

Prendas que no cuentan entre las seis elegidas: ropa interior (menos mal); ropa de baño; de gimnasia; impermeables y cazadoras; zapatos y accesorios.

Desde que años atrás participé por primera vez en NanoWritingMonth, una propuesta para escribir un total de 50.000 palabras (una pequeña novela) a lo largo del mes de noviembre, he visto crecer como setas estos experimentos globales vía internet. Muchos de ellos, como las memorias de seis palabras, son intentonas para ayudarnos a simplificar un poco la existencia a la par que conectar con algún alma gemela, ya sea en Sevilla o en Estambul.

Igual no encuentras quórum en tu comunidad de vecinos, pero seguro que hay gente por el mundo facundo que, como tú, desea vivir exclusivamente de gambas al ajillo durante un mes.