Hace un mes me acostaba junto a ti, encajada en el minihueco entre el calor de tu cuerpo casi inerte y la fría pared. Te abrazaba y me quedaba dormida.
Tu cuerpo entre el calor más infernal y el frío más gélido se debatía entre resistir o rendirse.
Sabia decisión. Te hacía falta un descanso y te merecías la misma paz que a nosotros nos habías transmitido.
Sin embargo, no puedo dejar de pensar en que esto no tendría por qué ser definitivo.
¿Crees en serio que soy tan fuerte como para no llorarte a diario? Perdóname pues, porque te engañé. Yo te prometí que cuidaría de los que nos quedamos, pero no que no fuera a llorarte.
Hay quien pensará que, como sonrío, todo está bien. Tú, que me conoces, sabes que no es más que la inercia de un simple reflejo, ya que si sonríen mis labios acaba haciéndolo mi corazón.
El día pasa rápido entre casa, trabajo y tus nietos, que sabes que son la alegría más pura. Sin embargo, la hora de nuestra llamada diaria me sigue matando. Me quema la garganta y me resquebraja el alma.
No tiene gracia, papá. En serio pensaba que esto iba a ser "sólo un rato" y ya llevamos 30 días sin ti. ¿Es que no piensas volver?
Parece todo lejano, pero recuerdo cada segundo de nuestro último día terrenal juntos.
Me mata lentamente cada día el mismo pensamiento: me queda toda una vida por delante SIN TI. Sin tus abrazos. Sin tus mosqueos porque te dábamos la lata. Sin tu mirada. Sin tu sonrisa. Sin tu "¿cómo tienes al hospital?". Sin tus besos. Sin tu voz. En definitiva, sin MI PADRE.
De repente aparece una foto tuya en el teléfono, un primer plano tuyo en el que sonríes y me miras y es como verte en 3D, como si casi pudiera tocarte. Jamás había "visto" así una foto. Pero al dejar de mirarla, ya no estás.
Si supiera como llegar hasta donde estás no dudes que lo hacía y te traía hasta aquí, para no dejarte volver.
Necesito tus consejos, tus romances, tus "Noni, no hables tan rápido que no me entero".
No me consuela nada de lo que puedan decirme, aunque agradezco la empatía y la comprensión.
Se me cierran los ojos pero no quiero dormirme... ¿Y si a la 1:19 vienes a verme y estoy durmiendo? ¿Y si vienes para quedarte? ¿Y si...?
Necesito levantarme con la sensación de haberte sentido muy cerca.
Ya sabes, sólo tienes que susurrar un "guapa" y reposar tu mirada sobre la mía. De abrazarte con fuerza para que no vuelvas a escaparte ya me encargo yo.
TE QUIERO, HASTA DONDE ESTÉS Y VUELTA.