Revista Belleza

♥ Un mes y medio interminable...

Por Integral Woman @IntegralWoman
♥ Un mes y medio interminable...
Un año, un mes, una semana, un día, un minuto y hasta un segundo pueden convertirse en eternos cuando las circunstancias que te rodean te impiden hacer lo que te gusta. Y eso es precisamente lo que he sentido yo durante este mes y medio que he estado sin poder publicar un artículo nuevo en el blog. Es por ello que antes de retomar mis publicaciones, he querido hacer un pequeño punto de inflexión y compartirlo contigo que estás al otro lado de la pantalla, ya que sin ti la existencia de este espacio no tendría sentido. Así que te invito a que te pongas cómoda y que si te apetece, te tomes un café virtual conmigo. He perdido la cuenta de la cantidad de veces que he expresado la alegría e inmensa satisfacción que representa para mí Integral Woman by Gladys, pues hay una gran parte mía y de mi madre detrás de él. Por eso cuando situaciones ajenas a mí me impiden poder publicar, siento que me falta algo, siento un inmenso vacío y por qué no, incluso pena. Sentimientos que son fugaces y que enseguida se transforman en esperanza e ilusión porque sé que son circunstancias temporales a las que todas, pero todas las personas que llevamos un blog nos enfrentamos.
 Tengo totalmente claro que tener un blog no es una obligación, si no algo que debes hacer porque te gusta, porque lo disfrutas. No es un trabajo propiamente dicho, donde tengas que dar explicaciones (exceptuando, claro, a las personas que viven de ello, pero ese es otro tema que se aleja mucho de lo que hoy quiero compartir contigo). Tampoco tienes que darle cuentas a nadie de lo que haces o dejas hacer. Sin embargo, cuando ocupa un lugar tan importante en las vida de las personas que lo tienen y lo gestionan, existe lo que es el "compromiso". Y cuando hablo de compromiso, me refiero al compromiso que adquieres contigo misma de preparar el contenido que te gusta y quieres compartir con esas maravillosas personas que te leen. Por el mismo compromiso que sientes, te organizas y te marcas unas pautas de publicación, que tratas de cumplir en la medida de lo posible. Que un día no publicas no pasa nada, por supuesto que no. Este mes y medio, que no he podido publicar, se me ha hecho interminable, pues tengo tantas ideas y temas en el tintero que quiero compartir contigo, tantos proyectos, que de verdad no veo la hora de poder hacerlo. No obstante, reconozco que durante esta pequeña pausa de no publicaciones he aprendido algunas cosas que quiero compartir contigo, que creo que te pueden servir en el futuro, tanto si eres blogger, como si no, ya que se pueden aplicar en diferentes ámbitos y circunstancias. Como todas sabemos, la vida cambia continuamente y los seres humanos nos tenemos que enfrentar a todo tipo de situaciones, tanto buenas como malas. En este caso el 2017 está siendo bastante intenso para mí, con muchos cambios intermitentes que no me dan tiempo a acostumbrarme cuando las cosas vuelven a dar un nuevo giro. Ha habido momentos que habría deseado que el día tuviese 48 horas o más para poder hacerle frente a todas las tareas que tenía pendientes de ejecutar. Sin embargo, afortunadamente, he podido rectificar y decirme a mi misma: "Gladys, tienes que priorizar", lo cual significa que a veces hay que sacrificar ciertas cosas muy importantes, para hacer otras también muy importantes lo que se conoce en el mundo empresarial como el costo de oportunidad. Y en esta ocasión muy a mi pesar le ha tocado al blog. 
Desde mi experiencia es mucho más acertado asumir menos responsabilidades, pero hacerlas lo mejor posible, que ir desbordada y quedarte a medias porque vas tan sobrecargada que no llegas a todo. Aunque parezca increíble, llegar a esta conclusión y sobre todo aplicar este principio en tu día a día cuesta y mucho. Porque te sientes fuerte, porque eres muy organizada y porque si te lo propones serás capaz de hacer en 8 horas el trabajo que se tendría que hacer en 24. ¿Es posible? Claro que es posible, pero ¿hasta cuándo? Hasta que tu cuerpo y tu mente revienten y te digan ¡Basta! ¿Tu qué opinas?
Considero que no hay que permitirnos llegar a este punto. Lo mejor es que seas responsable y generosa contigo misma y que no te exijas más allá de tus fuerzas porque eso tarde o temprano te pasará una factura.
He aprendido que cuando estás agobiada pensando en todo lo que tienes que hacer durante el día, el tiempo se escapa como agua entre las manos. Dejas de vivir y de disfrutar cada momento por tener tu mente fijada en una lista interminable de tareas futuras.
Y ¿sabes qué? Yo quiero apostar por disfrutar de los pequeños detalles y que aunque no pueda llevar a cabo todas las cosas que me gustaría, cuando haya terminado el día deseo sentir paz y serenidad, que mañana será otro día...
Siempre que me pasa algo que considero puede ser constructivo y positivo, me gusta compartirlo contigo, ya que pienso que siempre le puedes dar la vuelta a las cosas y aprender. Hay que quedarse con lo bueno y lo no tan bueno dejarlo en el olvido. Así que espero que mi post de hoy te haya gustado y que si tienes que pasar o estás pasando por una situación similar, puedas aplicar mi filosofía, pues a mí me funciona.
No puedo terminar mi entrada de hoy sin darte las gracias por seguir ahí a pesar de esta ausencia no planificada. No te imaginas la ilusión que me hace pensar en que en breve tendrás un nuevo post de belleza, el cual estoy preparando con mucho cariño y en el cual espero me acompañes. Un abrazo enorme. ¡Hasta pronto!
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