La sede de Ad Astra Rocket Co. no llama la atención, al menos hasta que entras.
Dentro de un almacén corriente en los suburbios de Houston, escondidos detrás de un centro comercial en una esquina, un equipo de ingenieros y físicos emprededores de élite están ocupados desarrollando un cohete de plasma de alta tecnología diseñado para llevar a la humanidad a las estrellas.
Fundada en 2005, la compañía lleva a cabo la mayor parte de su trabajo a pocos minutos del Centro Espacial Johnson, la sede del Centro de Control de Misión.
El proyecto principal de la compañía es el Motor de Impulso Específico Variable Magnetoplásmico, o VASIMR, un motor espacial de alta eficiencia que se alimenta de electricidad y gas argón en lugar de los propulsantes convencionales sólidos o líquidos.
Franklin Chang-Díaz, el jefe del proyecto, dice que el motor VASIMR es el sistema de propulsión eléctrica de alta potencia más adelantado en el mundo.
"Es una tecnología transformadora que estamos desarrollando", dijo Chang-Díaz. "Mi opinión ha sido siempre que el enfoque químico para el transporte espacial en verdad no nos iba a llevar muy lejos."
El motor VASIMR en tierra durante la prueba de mayo. Crédito: Stephen Clark/Spaceflight Now
Los motores de cohetes químicos necesitan que la nave espacial lleve todo su combustible durante la misión. El motor VASIMR realiza pequeños encendidos con pequeñas cantidades de gas argón, uno de los elementos más estables de la tabla periódica. Pero una de las características más revolucionarias del diseño VASIMR es su dependencia de la electricidad, un recurso renovable en el espacio.
"Es muy robusto, pero para ir más allá de la luna, y llegar a Marte o más allá, realmente necesitamos una tecnología del transporte completamente nueva", añadió Chang-Díaz. "Consideramos que el VASIMR es el caballo de batalla para la infraestructura del transporte espacial".
Los cohetes de plasma alimentados eléctricamente podrían acortar los tiempos de viaje para las misiones en todo el sistema solar. Uno de los conceptos defendidos por Chang-Díaz consiste en una misión de 39 días a Marte, pero que necesita de un salto hacia delante en la producción de energía nuclear en el espacio.
Originalmente financiado por la NASA, el proyecto VASIMR ha pasado del tablero de diseño a la realidad ya que la investigación de cohetes de plasma fue privatizada en 2005. Dentro de los laboratorios de Ad Astra en Houston y en Costa Rica, los diseñadores de cohetes han impulsado el motor VASIMR más y más cerca de poder volar.
Continuará...
Publicado en Odisea cósmica