Una patrulla situada donde se encontró el cadáver, en Orro.
Hoy se cumple justo un mes de la desaparición de María Florinda Nión Torres en Arteixo. Desde entonces, sus familiares, amigos, Protección Civil, Policía Local y Guardia Civil han rastreado kilómetros y kilómetros en su busca. Hasta que ayer, sobre las cinco de la tarde, un motorista que practicaba deporte por un monte cercano a Orro, en Culleredo, encontró su cuerpo en avanzado estado de descomposición. Tanto es así, que los agentes de la Guardia Civil que acudieron al lugar no eran capaces de decir si se trataba de un hombre o una mujer. Gracias a sus ropas, reconocidas por familiares, se puso saber que se trataba de esta mujer de 70 años y que padecía Alzheimer.Florinda salió de su hogar cerca de la medianoche del día 7 sin que su familia pudiese percatarse. Pronto de dieron cuenta de su falta y comenzaron a buscarla por los alrededores de su casa sin éxito. Al día siguiente, los servicios de emergencia del Concello de Arteixo diseñaron un operativo de búsqueda que no cesó hasta ayer. Al principio se buscó por Arteixo, por aquellas zonas que solía frecuentar -a la fallecida le encantaba salir a caminar por los montes cercanos a su domicilio, próximo a la glorieta de Sabón-. Pero pronto comenzaron a ampliar el radio, rastreando por los municipios limítrofes. Llegaron incluso al Espíritu Santo. Y el propio hijo de la fallecido buscó junto a otras personas por el lugar en el que se encontró su cuerpo. Pero la frondosidad del bosque impidió que viesen el cadáver.Hoy se le realizará la autopsia para determinar la muerte.
Imagen: C. Quian
Descanse en Paz
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