Michele Cortese, (Antonio Albanese) está harto de dar clase después de más de 35 años y ya no soporta intentar salvar a personas que no tienen intención de ser salvadas" por lo que recibe con gran alegría poder trasladarse temporalmente a un pintoresco pueblo de los Abruzzos, Rupe, con 364 almas. Una vez atravesado montañas nevadas habitadas por lobos, y sometido a los rigores del frío trata de aplicar su filosofía de vida a un grupo de 7 niños de primero, tercero y quinto grado todos ellos en una misma aula. Este es el punto de partida que presenta Riccardo Milani. Un deja vu que se puede observar en otros filmes ambientados en entornos académicos y escolares como La clase. Milani sin embargo trata de transformar y convertir a los niños en adultos, y a estos en auténticos críos. Porque es Cortese el que aprende quien es Jurico, el poeta inspirador del colegio hace 2 siglos o a distinguir a los pájaros por su canto. Y es aquí cuando se observa que los niños están más preparados que los adultos, que conocen la naturaleza más alla de los libros y que son los que tienen más que enseñar a sus mayores.
La película también es una canto de esperanza para evitar el despoblamiento rural y en la lucha de la comunidad por salvar su territorio. Hay guiños a los que solo acuden a estos pintorescos pueblos, los fines de semana sin conocer el día a dia del entorno rural. También aborda temas más profundos como la diversidad de género y de las lenguas però sobre todo aborda la fuerza de los lazos comunitarios en torno a salvar una escuela, el pilar de los pequeños pueblos de montaña. Flaquea tal vez en la historia de amor un tanto forzada entre los dos protagonistas però desde luego es un filme agradable de ver, con interesantes propuestas. Seguimos expectantes a ver lo que nos depara la segunda sesión de la Mostra de Cinema Italia. Las entradas disponibles a partir de las 16 horas en el Verdi Park