Un mundo mejor, contrario a las ideas, abusos y amenazas de Donald Trump

La llegada a la presidencia de Estados Unidos de Donald Trump ha sido acogida con esperanza e ilusión por los demócratas de todo el planeta, cansados del mundo sucio, injusto e hipócrita construido por los globalistas, el socialismo marxista y el universo woke, manejado por líderes sin alma y enemigos de la libertad y el verdadero progreso humano. Sin embargo, los primeros pasos de Trump han sido una mezcla confusa que, además de esperanza, incluyen decepción y miedo. Su amistad con Putin, sus decisiones inhumanas frente a las guerras de Ucrania y Gaza, sus aranceles histéricos y su apuesta por la ley del más fuerte están mostrando a un matón de barrio que siembra la inquietud y el miedo por todos los rincones del planeta. En ese ambiente confuso y amenazante, ha surgido un discurso lúcido y hermoso lanzado por el senador de Estados Unidos Cory Booker, que hoy reproducimos como artículo en Voto en Blanco, porque creemos que su contenido ayuda a los rebeldes que queremos un mundo mejor, más justo, libre y decente. Cory Booker, senador demócrata por New Jersey, cree que el sueño americano no es real para nadie si no está al alcance de todos. Cory ha dedicado su vida a luchar por los que quedaron rezagados, por los que han sido dejados de lado, por los sin voz. Ante la irrupción de Donald Trump como el hombre más poderoso del mundo, ha lanzado un discurso que merece la pena analizar y que induce a una profunda reflexión. --- El senador estadounidense Cory Booker ha honrado a su país con estas palabras, tras el desencuentro de Trump con Zelenski:

“Somos americanos. Somos la nación más poderosa del planeta. Pero no es nuestra capacidad de reprimir a los débiles lo que nos define. Nuestro carácter no se expresa en herir a los oprimidos. Lo que habla de nosotros no es nuestra capacidad de burlarnos, humillar y despreciar a los heridos, rotos y agotados. Nosotros, el país que creó el Plan Marshall. La nación que realizó el Puente Aéreo de Berlín. Un pueblo cuyo líder dijo una vez: "Señor Gorbachov, derribe este muro".

Somos los mismos cuando nos oponemos al mal, no cuando complacemos a sus creadores. Decimos la verdad cuando defendemos a los débiles, no cuando lo hacemos sólo por dinero. Seguimos siendo Estados Unidos cuando nuestros líderes llaman dictadores a los dictadores y héroes a quienes luchan por la democracia contra la tiranía.

Donald Trump y J.D. Vance no mostraron fuerza,mostraron debilidad. Intentaron menospreciar la grandeza y sólo mostraron su propia insignificancia.

Poseen algunos de los títulos más honorables del mundo: Presidente y Vicepresidente de los Estados Unidos de América. Pero los títulos no hacen al hombre. Y hoy ambos hombres han deshonrado sus títulos."

Un guerrero exhausto estaba ante ellos (Zelensky). Un hombre que perdió miles de amigos y compañeros de armas debido a la agresión injusta y criminal de un líder autoritario.

Pero no mostraron ni generosidad, ni nobleza de espíritu, ni sabiduría diplomática. Se comportaron como pequeños matones en altos cargos, degradando la historia y el patrimonio del país que gobiernan.

Hoy, Donald Trump se comportó más como el Putin ruso que como un presidente estadounidense.”.

¡Bravo por el senador Booker"

Francisco Rubiales