Rozar la gloria y luego ser desposeído de ella. Habitar el paraíso y terminar en el infierno. Un viaje atroz que, no obstante, ha de ser apurado hasta las heces por Ismael Baruch, un niño judío que viene al mundo a orillas del Mar Negro en una familia paupérrima en la que nacen y mueren hijos de forma constante (hasta catorce). El chico, desde su más tierna infancia, ha de cuidar de sí mismo; y eso se traduce en cómo ayuda a los mercaderes de su barrio y cómo bebe con ellos en las tabernas. La miseria, la mugre y el alcohol se mezclan en la vida de este chico de diez años, que conoce el lado más abyecto de la sociedad.Pero su existencia da un vuelco: uno de aquellos hombres sufre la muerte de su compañera (una fulana a la que maltrataba pero a la que decía querer) y, para aliviar su dolor, le pide al niño que cante. Él improvisa versos y tonos; y lo hace con tan prodigiosa belleza que desde entonces todos buscan su voz y su consuelo. (de los pájaros) junto a la bocana del puerto. La entrada es libre y desde ahí se pueden disfrutar de unas bonitas vistas. La cala que da al sur de esta fortaleza nos recordó mucho a la que también da al sur desde el antiguo fuerte veneciano de la Isla de Corfú.
De esa forma después de la visita y tomar algo relajadamente, subimos de nuevo a bordo para comer algo en el bufet y reponer fuerzas para desembarcar nuevamente e iniciar el ataque a las tiendas. Ya por la tarde con el resto de los pasajeros del Solstice más los del Aquamarine de Louis Cruises que también se encontraba atracado en puerto, la atención de los comerciantes se repartiría entre esa cantidad ingente de compradores potenciales.
Lo primero que nos dimos cuenta es que Kusadasi es la Meca de las falsificaciones, como ya habíamos leído por ahí. Es realmente increíble. Me habían hablado de las buenas copias que existían en relojes, y aunque en un principio lo que yo vi eran vulgares falsificaciones con correas de aluminio, en vez de acero, logotipos casi hechos con pincel y cristales poco menos que de plástico en vez de cristal de zafiro (de 10 a 15 euros cada uno), sólo en dos sitios encontré unas copias que verdaderamente eran casi imposibles de reconocerlas como tales. Eso si, el precio poco tenía que ver con una falsificación (difícilmente lo bajaban de 300 euros). SegUn día lo escucha cantar un poeta maldito llamado Romano Nord y se lleva al chico a la casa de su amada, una viuda bellísima y desdeñosa con la que mantiene una relación irregular. La dama, deslumbrada, acogerá al muchacho en su palacio después de firmar una especie de “contrato de cesión” con la familia. Pero dos complicaciones irán tomando forma en este cuadro anómalo: de un lado, Ismael, que se enamora paulatinamente de la princesa; del otro, el paso del tiempo, que transformará al dulce niño poeta en un adolescente despojado de talento...
Con este relato lírico, denso y hermosamente escrito, Irène Némirovsky nos ofrece una inmersión turbadora en el alma humana y en muchos de sus pasillos: el candor, el desdén, la volubilidad, el desgarro, la ternura, la desesperación... Sin duda, un libro memorable.