Un niño superdotado el que obtiene un coeficiente intelectual superior a 130, demostrando poseer alta inteligencia. La superdotación es un término controvertido respecto a su significado, evaluación y forma de intervención.
Se han planteado hipótesis y está muy extendida la creencia de que un niño superdotado posee altas capacidades intelectuales pero presenta dificultades en el área emocional.
Estas teorías parten de la base de que estos niños tienen la sensación de ser diferentes desde la infancia, algo que les afecta en su autoestima y les dificulta las relaciones personales. Se habla de un desajuste emocional que no se da en niños normales.
Los niños superdotados son niños: necesitan jugar y el cariño y protección de sus padres
Sin embargo, existe bastante investigación científica sobre las necesidades emocionales y sociales de niños con talento y superdotados. Es cierto, que se han encontrado evidencias de la tendencia al perfeccionismo de estos niños, lo cual hace que tengan mayor dificultad para asumir sus errores, aunque, como es sabido, existen muchas personas con actitud perfeccionista independientemente de su nivel de inteligencia y no siempre se da un desajuste emocional por ello.
Con respecto a su desarrollo asíncrono y su sensación de ser diferente, otros expertos consideran que existen multitud de características en las personas que provocan esa misma sensación ( presentar obesidad, otro color de piel, estatura..etc) y dependiendo de muchos otros factores algunos presentan baja autoestima y otros no.
Los niños superdotados no solo tienen las mismas emociones y necesidades afectivas que cualquiera de su edad, sino que además presentan un alto nivel de inteligencia emocional.
Un reciente estudio de la Universidad de Haifa (Israel) sobre adolescentes superdotados confirmó que los chicos y chicas con alta inteligencia tienen más inteligencia emocional que los que no lo son.
La imagen antisocial e introvertida del superdotado, es quizás un estereotipo que se retroalimenta, ya que en las pruebas de éste estudio, los adolescente se veían a sí mismos con menor inteligencia emocional de la que los test demostraron que poseían. El mito social puede influir en cómo se perciben.
Otra investigación expuesta en la Universidad de Murcia, confirmaba que es falsa la idea de que los niños superdotados muestran menores competencias emocionales y sociales. De hecho, los resultados indicaban que éstos niños presentan mayor conciencia, apertura y estabilidad emocional. Se observaba un mayor manejo del estrés y mejor estado de ánimo que los niños normales.
Los niños con alta inteligencia emocional presentan también un alto nivel de sensibilidad con las emociones de los demás, por lo que pueden ser muy empáticos a la hora de relacionarse.
¿Cómo puedo tratar emocionalmente a mi hijo superdotado?
Es obvio que el área intelectual de un niño superdotado ha de intervenirse adecuadamente para que debido al aburrimiento no presente fracaso escolar. Los padres suelen focalizar en el desarrollo de éste área con ayuda de profesionales cualificados. Sin embargo, hay que ocuparse también de las necesidades emocionales de un niño que en ese aspecto es como los demás o quizás más sensible. Para ello, se recomienda:
- Mostrar comprensión y no juzgar su alta sensibilidad.
- Ayudarle a que establezca una escala de respuesta emocional, aprender a reaccionar a cada acontecimiento en su justa medida.
- Fomentar la aceptación de sí mismo con sus diferencias con respecto a los demás.
- Inculcar la normalización de los errores o fracasos en su vida.
- Reforzar la expresión de emociones y posicionamiento con los iguales.