Revista Opinión

Un niño viviendo en la calle

Publicado el 29 agosto 2017 por James Nightingale @atracoalpueblo
UN NIÑO VIVIENDO EN LA CALLE
Un niño viviendo en la calleSolitario, sentado sobre un pequeño muro al lado de la cafetería de la cuadra está un niño olvidado por la sociedad, ausente de papá, mamá, compañeros. Muchos le pasan al lado y le miran de reojo. Es un marginado en todo sentido y sobre todo de los entes públicos “responsables” de programas sociales. Lo triste, es que a ese muchacho se le ve como un peligro, es lo único que lo hace visible para un mundo. De resto es invisible. Su historia personal e infortunio poco importan. Sufre callado. Escasa es la ropa que le cubre. La mugre lo arropa, incluso, le ha cambiado eventualmente el color de su piel. Sus zapatos son la planta de sus pies, un callo grueso formado de tanto andar. Pide atención con gritos silentes. El centro del poder político está en sus asuntos particulares en función de sostenerse. Hacen ejercicios de guerra unos militares cuyo alto mando tiene forma abotagada. Hinchados se encuentran al igual que su comandante en jefe. En eso se van los recursos económicos de la nación. En el palacio los miembros de la élite viven en su francachela eterna.Ese niño sobrevive cada día, lo intenta. Algo en su universo interior insiste en indicarle su derecho universal de ser y estar. El embate de la realidad ha sido con él implacable. ¿Cuáles serán sus sueños? ¿Dónde radicará su esperanza? ¿Habrá sido amamantado? ¿Recibiría ese amor primario básico de contacto humano afectivo? ¿Quién responde por sus enfermedades? ¿A quién le puede decir lo que siente en su intimidad de pensamientos, sentimientos y emociones?
Espera una pequeña consideración, alguien que gire la cara y se percate de su existir. ¡Piedad! ¿Qué sentirá de tanto ser rechazado? Es uno más de los muchísimos que habitan en las calles. Es la pobreza profunda. Sin opción mínima de contar con el calor de un hogar, tener una nutrición adecuada y garantizada, poder asistir a una escuela, ser atendido en un sistema de salud, jugar o imaginarse una vida feliz.¿Cuál es la función de un sistema político y sus representantes? ¿Para qué sirve estar en las alturas del poder si nada se hace por la gente? Un gran engaño definitivamente. Trúhanes y estafadores. Siempre en camionetas, haciendo viajes, recibiendo buenos sueldos, comisiones, llenos de comodidades, visitando restaurantes, usando vestimentas de lujo. Hablan mucho sobre el pueblo en grandes salones conformados por círculos sociopolíticos exquisitos. Pretenden justificarse, limpiar las responsabilidades producto de la concupiscencia. Nada han hecho por el bienestar social. No tienen empatía, menos aún compasión.
UN NIÑO VIVIENDO EN LA CALLEUn transeúnte pasa y se detiene, lleva una bolsa en sus manos con tres empanadas frescas, acabadas de hacer en la mañana. Se le acerca al oído a ese niño abandonado, le acaricia con sonidos, se las entrega con amistad. Recibe una respuesta de reconocimiento: “gracias padre por no haberlas botado”. Es un alivio circunstancial.El niño con esas breves palabras dio una clase sobre compresión de las necesidades sociales las cuales deberían escuchar y atender los jerarcas del modelo político imperante. Voz sincera de la atroz penuria. En la esquina, al cruzar, se está desarrollando otra historia estrechamente ligada a esta, hay personas comiendo directamente de la basura. Lorenzo Figallo Calzadilla @hmcaminante“Las imagenes que salen en la portada, no son de responsabilidad del autor del escrito”
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