El ascenso es un mundo en donde la curiosidad es tema de todos los días, y ayer se vivió un nuevo hecho insólito en la primera C. En el partido entre Lamadrid y Luján un juez de línea tuvo que ser trasladado al hospital y el otro fue detenido, porque se agarraron a piñas uno contra otro.
Los involucrados del tema son los árbitros Gastón Fernández Landa y Daniel Rebuscini. El primero había llegado a la cancha de Lamadrid muy disgustado por el partido que le había tocado dirigir. Es más, llegó por separado de sus colegas, cosa que por lo general no sucede, dado que arriban los tres juntos al estadio.
Además de la demora que ocasionó Landa al llegar por su cuenta, el partido tuvo que comenzar con demora, dado que este asistente no paraba de hablar por teléfono pidiendo explicaciones de su designación para el encuentro.
Tras una demora prolongada, el partido comenzó. El primer tiempo terminó sin ninguna complicación para los árbitros, pero en ese momento vino lo peor, porque durante el entretiempo, los reproches de Landa cansaron a sus colegas y Rebuscini le propinó una trompada en el pómulo izquierdo que generó una lastimadura profunda.
Landa se negó a ser atendido por el médico de Lamadrid y se fue al hospital Zubizarreta. Por su parte, Rebuscini y Antonio Amato (árbitro principal del encuentro) siguieron con el partido.
Una vez culminado el encuentro, la policía federal detuvo a Rebuscini. Lo llevó a la comisaria 45 en donde se encontró con Landa y luego de una hora de declaraciones los dos quedaron en libertad. Ahora habrá que esperar qué resolución tome la AFA, con respecto a un nuevo bochorno en el ascenso.
por Gastón Corti