Bueno, ya hemos llegado. Esto es la primera parte de lo que decimos puede significar una nueva era. Esperamos ansiosos a ver los primeros cambios, aunque de momento yo no veo que el guardia me sonria cuando me obsequia con una multa por abandonar el coche lo justo para saltar como urraca a recoger al peque del cole porque llueve a mares y no quiero que se me adelante Noé con el arca. Pero también es verdad que ya vemos pequeños gestos que prometen; alcaldes en bici, gente normal entrando en los ayuntamientos, aperturismo, sonrisas… cosas que antes eran impensables.
Se necesitaba un cambio. También por parte del “orden establecido”, me explico, el desgaste, el apoltronamiento, la cleptocracia y todas esas cosas propias de “Il padrino” (bueno, ya me entendéis, poned voz ronca y música de violines) al final se pagan. No han sabido abrir las ventanas para que el aire se lleve el tufo y ahí están las notas de fin de curso, el desastre, SU desastre porque seguramente se lo han ganado a pulso.
El caso es que después de estos lustros, ya hacía mucha falta empezar a materializar el sueño de recuperar lo que nos pertenece y se nos había arrebatado, LA DIGNIDAD (y por supuesto el “vil metal” que nos han distraido a expuertas). Ahora hemos de ser muy conscientes de que en esto nus jugamos muchísimo y sólo existe un camino, trabajar con muchísima seriedad y todo el tiento del mundo sin recurrir al cómodo mantra llorón aquél de “la herencia recibida”. Si dejamos que desbaraten esta oportunidad estaremos perdidos porque no van a cometer dos veces el mismo error de subestimarnos. Al fin y al cabo se ha hecho lo que pidió alguna soberbio al gritar a “la chusma” aquello de “si quieren algo, que se presenten a las elecciones”. Ahí está el resultado, resulta que la chusma eran ellos. Es importante que no nos fallemos ahora, tanto los que votaron cambio como los demócratas que saben acatar a las urnas. Hay mucho trabajo por delante y si fallamos, no saldremos de esta.
Cuando la política era más decente (alguna vez lo ha sido), existía la costumbre de respetar un periodo de cortesía de 100 días antes de empezar a sacudir a los novatos, para que “aterricen” y todo eso. Pues bien, vistos algunos plenos de investidura de alcaldes en esta pelea marrullera no habrán ni siquiera 100 segundos, los mamporros han empezado. Van a agazaparse esperando a que se cometan errores que serán magnificados y utilizados para sacar todo el jugo que se pueda, hasta dejar el limón “chupao”. Van a hilar todo lo fino que a ellos no les gusta cuando les pillan en un renuncio y harán de cualquier desliz un mundo, al estilo del fariseo que veía la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. Creen que si consiguen demostrar que los nuevos son una panda de descerebrados, de rebote, desacreditarán al PSOE por haberles apoyado y así recuperarán parte de los votos perdidos, rebuscadillo el asunto.Así es que cuidado que esta gente va a empezar a tirar con bala desde el primer momento, les va la vida en ello.
¿Un ejemplo? Preguntad por el “affaire Zapata”. (Dicho sea de paso, no se si el acierto por parte de Carmena sería tirarlo o mantenerlo. Lo mejor de todo sería que se fuese él solito por donde ha venido y sospecho que el irse “en parte” no solucionará el problema). El caso es que el asunto de los mensajes esos que carga el diablo es desafortunado, digno de todo reproche y reprobación. Pero también sorprende el encarnizamiento (o poco trabajo) por parte del que ha escarbado en el vertedero de tuits del “podemita” llegando hasta unos asquerosos chistes del AÑO 2011! No estoy justificando con ello a alguien que pretende ser cargo público y demuestra no tener gracia ninguna (aunque el que esté libre de pecado que tire el primer tuit) pero es que hay que ver la saña con la que esperan a los recién llegados. Esos, los mismos que quitan hierro a las fotos antiguas suyas. Los mismos que adelantan su entrada en prisión para evitar la foto con el premio por “levantar” el dinero a las ONGd y que tienen tropecientos imputados por tener las manos muuuy largas. Peligro
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