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Aunque en su día elogié a la revolucionaria serie de animación creada por, entre otros, Bruce Timm, siento que no le hice verdadera justicia. Y como a todos nos encanta y hay muchos detalles a comentar, y como, por si no lo sabíais, ES EL 75 ANIVERSARIO DEL PERSONAJE, no veo porqué no darle un buen repaso a esta maravilla, que, tras haberla revisionado, me parece la versión definitiva del Caballero Oscuro. De ahí el título de la entrada. Hablar de 'Batman: La Serie Animada', es hablar de BATMAN. Así de simple.
Batman es un personaje con muchas versiones. Esto engrandece el mito, pero hace que sea difícil hablar de UN personaje propiamente dicho. ¿O acaso el Batman de 'El Regreso del Caballero Oscuro' es el mismo que el de, por ejemplo, 'Silencio'? Lo dicho, todo son versiones de la misma fascinante idea. En el cine pasa lo mismo, claro. Aunque todas las pelis hechas hasta ahora son fieles a alguna encarnación del superhéroe, incluso las de Schumacher, y las de Burton (por las que siento un renovado respeto, y estoy incluyendo la segunda, ojo) y Nolan encajan por completo con mi idea de Batman, ninguna me hace pensar "ya está, ese es Batman, tal cual. Esta es mi referencia del personaje con la que comparar el resto de versiones". Ni siquiera los mejores cómics me hacen pensar esto.
Pero esta condenada serie de dibujos sí. Este es Batman. El más completo, el que lo tiene TODO.
El de Burton reflejaba a la perfección la psicología torturada y obsesiva del personaje. Era tenebroso, silencioso, reflexivo e imperturbable. Muy bien. Pero le faltaba humanidad, compasión, algo que nos deje claro porque, a pesar de su oscuridad, es el héroe. Con Nolan no existía ese problema. Su Batman tenía una moralidad clara, podíamos empatizar con él, era honorable y muy heróico. Era admirable en ese sentido. Pero le faltaba un punto de locura, de obsesión, y también echo en falta algo más de sagacidad, así como una contención que nos indicase que, por muy extrema que fuese la situación, lo tenía todo bajo control.
Este Batman, capítulo a capítulo, se define como un héroe entregado por completo a su cruzada, hasta un punto obsesivo y nada sano. Es duro, seco, y está preparado para todo. Siempre tiene un plan. En los momentos más peligrosos y extraños, sabemos que está estudiando el terreno, valorando todas las posibilidades y discurriendo el modo de escapar de una trampa mortal o vencer al malo. Hay momentos, pocos, en los que uno puede preguntarse como diablos ha podido hacer algo, pero en este caso, el personaje se ha construido de tal forma que la respuesta "porque es Batman" es totalmente válida. Es un maestro del disfraz, y esta vez sí, un auténtico detective. Es aterrador. Oh, Keaton y Bale eran amenazantes, sin duda, pero aquí la animación permite que sea una sombra, un demonio en la oscuridad, el tercer espíritu de 'Cuento de Navidad'.
Este Batman es, si me permitís el homenaje a la reciente y espléndida 'True Detective', el Michael Jordan de los putos amos.
Pero también es humano, conectamos con él. Comete errores y aprende de ellos, sufre, tiene dilemas, quiere y cuida a las pocas personas que le importan, y lo más importante, es compasivo, incluso con sus mayores enemigos. Los entiende.
El soberbio y mítico trabajo vocal de Kevin Conroy, la auténtica voz de Batman, es solo la guinda.
El retrato del héroe representa el concepto de la serie. Aquí cabe todo. Sea cual sea vuestro Batman idóneo en cuanto a tono e historias, está aquí. Hay comedias desternillantes y auténticos dramones.
Con los secundarios se hace un trabajo igual de bueno que con el protagonista, 100% fieles a las viñetas pero con vida e identidad propia, convirtiéndose en versiones definitivas. Destaco al entrañable y divertido Bullock y a mi adorada Catwoman. Mi Selina favorita es esta (que es básicamente la del cómic cobrando vida, ya digo), cosa difícil, teniendo en cuenta los excelentes retratos de Michelle Pfeiffer y Anna Hathaway. Pero es que su relación con Batman aquí no puede ser más perfecta. Además, a diferencia de, por ejemplo, la versión de 'Arkham City', Adriene Barbeau consigue sonar sensual pero con elegancia, sin caer en algo digno de una línea caliente, algo más difícil de lo que parece. Una muestra más del magistral doblaje original.
También me gustaría mencionar la fantástica introducción de Batgirl, a quienes nos presentan como la hija de Gordon varios capítulos antes de que se convierta en la superheroína.
En cuanto a Robin, lamento decir que es bastante inútil. Aún así, tiene algún momentazo y su relación con Batman está bien tratada.
Y los villanos... ah, los villanos. Ellos no son secundarios, son protagonistas, un elenco espléndido al que es imposible no adorar. Batman se define a través de ellos. Pero todos son personajes en sí mismos. Como mínimo, son absolutamente fieles al material original, y si no, son mejores, directamente. Mr. Freeze, por ejemplo, pasa de ser un tío con una pistola de hielo a ser un villano shakespeariano y fascinante como pocos. Tanto, que se hizo canon. Al igual que... Harley Quinn.
Harley es el corazón y alma de la serie. Divertida, adorable, sexy y con un trasfondo dramático y deprimente, ella es el golpe de genio que eleva a la serie a la gloria. Tan brillante que a veces eclipsa al Joker (también en su versión más fiel, aunque, lógicamente, no tan aterrador). Doblados por Arleen Sorkin y Mark Hamill respectivamente, ambos en estado de gracia, y este último, irónicamente, en el papel de su vida.
Ah, es a partir de esta serie donde comienza la... ejem, sugerente relación entre Harley y Hiedra Venenosa. No hay nada que indique que son más que amigas, por supuesto, pero creo que el mundo es un lugar mejor si fingimos que sí.
Podría dedicarle un párrafo a cada villano, pero no es plan, así que termino aquí. Destacar por último la sutilidad y sofisticación de la narrativa, la atrapante y atemporal estética, y la fantástica banda sonora de Shirley Walker.
Quiero hablar más de la serie, pero necesito ser más específico. Que así sea. En breve os traigo mis 10 capítulos preferidos.
NOTA: 10/10