Vaya por delante que estoy totalmente de acuerdo con que se quiten las subvenciones a todo lo que tenga que ver con festejos taurinos; en realidad iría más lejos y diría que incluso si tuviera la posibilidad de hacerlo, retiraría del mundo cualquier tipo de fiesta, espectáculo o similar, por mucha tradición que tenga, en el que se utilicen animales para entretenimiento de los humanos.
Sin embargo, estos debates se los suelo dejar a nuestra Marujita, que es toda una experta en meter el dedo en la llaga y levantar ampollas sin despeinarse; yo voy a lo mío, que son los gazapos. Y es que después de leer una noticia que hoy ha armado bastante revuelo por las redes sociales, ya que por lo visto Fran Rivera ha montado en cólera contra la alcaldesa madrileña Manuela Carmena, porque le ha molestado mucho eso de que le hayan cerrado una escuela taurina en la que según él se enseñan valores como sacrificio (sí, sacrificio a toros que no tienen culpa de nada), respeto a los mayores y al toro (sin comentarios), tradición (me cago, con perdón, en algunas tradiciones), educación (esto ya sí que es lo último que me faltaba por oír), y a luchar por los sueños (no sé si reír o llorar), he descubierto que hay un oficio nuevo del que yo nunca había oído hablar:
Todavía, desde que leí la noticia esta mañana, sigo dándole vueltas al misterio. Me pregunto en qué consistirá el oficio de "totoreo"... A ver si alguien me ilumina.