San Magnerik de Tréveris, obispo. 27 de julio.
Vivió en el siglo VI y era diácono de la ciudad galo-romana de Tréveris. Cuando el obispo Nicecio fue desterrado de su sede, Magnerik le fue fiel y le acompañó. Cuando regresó a la ciudad, luego de la muerte del obispo, en 566, Magnerik fue elegido su sucesor. Gozó nuestro santo de la simpatía del rey Childebert II, quien le eligió padrino de su hijo ilegítimo Teudebert II.Magnerik tuvo de discípulo a San Gaugerik (11 de agosto), quien era un niño muy piadoso y que quiso el que el santo le permitiera ser sacerdote aun siendo pequeño. Magnerik le tomó afecto y le permitió vivir consigo, concediéndole las órdenes menores. Le prometió que apenas aprendiera el salterio, le ordenaría presbítero. Entonces Gaugerik se dispuso a ello, y lo aprendió muy rápido, siendo ordenado sacerdote a los 15 años de edad. Pero es solo una leyenda piadosa. Llegaría este precoz sacerdote a ser obispo de Cambrai.
En su diócesis vivía el peculiar estilita San Walfroy (21 de octubre), quien era muy penitente, y tanta penitencia llenó su cuerpo de úlceras enconadas, llevándole casi a punto de morir. Una noche soñó que San Martín (11 de noviembre) se le aparecía y frotaba su cuerpo con un aceite oloroso. Al otro día, amaneció sano totalmente. Por ello nuestro Magnerik le obligó a bajar de la columna, con el argumento de que no debía compararse a San Simeón Estilita, ni exponer su salud de esa manera que parecía tentar a Dios. Además, le ordenó fundar un monasterio con aquellos admiradores y discípulos que le rodeaban en la columna. Como buen santo, la obediencia le valió más que su propia voluntad y, con lágrimas, bajó de la columna, y para no ser tentado a desobedecer, la destrozó acompañado de varios de sus discípulos.
Fue Magnerik defensor del obispo San Teodoro de Marsella (3 de febrero), desterrado y hecho prisionero por el príncipe Guntram. Cuando los que custodiaban a Teodoro desembarcaron en Tréveris, Magnerik fue a visitar al santo prelado, a pesar de la prohibición real. Logró hablar con el preso, que le cambiaran de ropas y escribió recomendaciones para que fuera tratado con justicia y misericordia.
Casi pierde la vida nuestro biografiado por causa de este mismo Guntram cuando este fue perseguido por el rey Childebert II, a causa de sus desmanes. Ocurrió así: San Ageric de Verdún (1 de diciembre) intentó calmar las cosas, y custodió a Guntram hasta el tribunal que le juzgaría, situado en Tréveris, sirviéndole de defensor ante Childebert. Aún así, Guntram fue condenado a muerte, mas logró escapar y dio con el palacio episcopal de Magnerik exigiendo clemencia. Sí, exigiendo, pues amenazó con matar al santo si no le libraba de las manos de Childebert. Magnerik, mansamente, le respondió: “Nada puedo hacer encerrado aquí. Tendrás que darme la oportunidad de ir al rey y pedirle que tenga piedad. Es concebible que sea misericordioso". Mas Guntram exigió que fueran otros a decir al rey lo que pasaba. Estos solo trasmitieron al rey que Guntram estaba refugiado donde Magnerik. Childebert mandó quemaran el palacio diciendo: "Si el obispo no sale, está poniendo en riesgo su propia vida por este traidor". Y así hicieron. Dieron fuego a la residencia de Magnerik. Guntram intentó escapar, pero apenas salió fue alcanzado por lanzas de los soldados del rey y de la multitud amotinada. Magnerik salió libre de milagro.
Nuestro santo fue muy devoto de San Martín de Tours y le dedicó varias iglesias. Alguna aún se conserva. Especialmente la de Tréveris, que había sido la casa de Taetradio, donde el mismo San Martín se había hospedado y había convertido a su dueño. El mismo Magnerik sería sepultado en este templo al morir en 596.
San Venancio Fortunato llama a Magnerik "un ornamento entre los obispos".
Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo VIII. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.
A 27 de julio además se celebra a:
B. Tito Brandsma,
carmelita mártir.
San Pantaleón,
mártir.
Beato Benno II
de Osnabrück, obispo.
San Aurelio
y comp. mártires.