La directora Lara Izaguirre. Foto: CIMA.
Su directora Lara Izaguirre nos comenta sus experiencias de su opera prima: "Creo que 'Un otoño sin Berlín' surge de una necesidad de comunicar cosas que eran importantes para mí de una forma inconsciente y que no podía transmitir si no era a través del cine. El proceso de escritura fue muy instintivo, no tenía claro el tema ni la trama. Con el tiempo he entendido que fue un proceso muy sincero, que tenía que ver con lo que vivía en aquellos momentos, donde no tenía claro lo que estaba sintiendo yo como persona y qué sería de mi vida. Por eso la película no se centra en la trama, en las acciones dramáticas y no es solo una consecución de hechos. Yo buscaba transmitir una sensación concreta de un momento de la vida. Un sentimiento que tiene mucho que ver con la vuelta al pueblo natal. Una vuelta que cuando se pasa mucho tiempo fuera, mitificamos en nuestra mente para sentirnos seguros de que volver es la opción correcta. A la llegada esto se vuelve en nuestra contra. La película habla del hueco vacío que queda entre lo que imaginamos y lo que es. Sin embargo, creo que el tema principal es la aceptación. Cuando escribí la historia me esforzaba mucho para que las personas que había a mi alrededor fueran más feliz, intentaba cambiarlas. Este esfuerzo partía de mi interés y de mi comodidad, prefería que todos estuvieran contentos a mi alrededor para que fuera más fácil para mí estar contenta. Más tarde, aprendí que la búsqueda de felicidad no tiene nada que ver con el cambio. La felicidad tiene mucho más que ver con la aceptación, con aceptarnos a nosotros mismos y a la gente de nuestro alrededor tal y como somos. Creo que en la película June (la protagonista femenina) se tiene que enfrentar a eso mismo, a ella le cuesta aceptar las cosas y las personas tal y como son. Por eso intenta cambiarlas, solucionar los problema rápido, hasta que se da cuenta de que no vale para nada. Creo que es este su mayor aprendizaje en la historia.""Desde el punto de vista artístico, siempre tuve claro que tipo de película quería hacer. Lo que más me preocupaba era transmitir al equipo artístico y técnico el tono de la historia. El tono de las películas es intangible y mágico, hace que las películas sean diferentes y personales. Mantenerlo vivo y ser fiel a él durante todo el proceso es una de las tareas más difíciles del director porque nunca sabes donde está y a la vez sabes que está en todas las esquinas. Es como cuidar un fuego durante una noche de lluvia. En nuestra película llovió mucho." —nos indica la realizadora vasca—."En resumidas cuentas, podríamos afirmar que 'Un otoño sin Berlín' es una metáfora sobre la imposibilidad para enfrentarnos a lo real como convención. Es la historia de dos personajes, June y Diego. June es una joven, de aspecto frágil, pero que posee gran instinto de supervivencia. Es un personaje complejo, luminoso, impulsivo y soñador que acarrea un pasado doloroso y que enfrenta la vida con cierta inocencia y espíritu de lucha. Diego es un escritor joven, poco social y con una sensibilidad singular. Vive al margen del mundo y rara vez muestra su cara amable. Cuando June regresa a su localidad de origen tras vivir fuera un tiempo en busca de mejores oportunidades que las que le brindaba su tierra natal, ambos vuelven a encontrarse y se enfrentan juntos al desencanto y la falta de expectativas intentando reinventar su peculiar historia de amor." —concluye Izaguirre—.Fuentes:Pressbook e imágenes cortesía de ©Gariza Filmshttp://www.unotonosinberlin.com/http://cimamujerescineastas.es/htm/comunicacion/blog/noticias.php?id=2819&titulo=Lara%20Izaguirre%20rodar%C3%A1http://www.filmaffinity.com/es/film580674.html