Revista Opinión

Un país donde se destina más dinero para financiar a los partidos políticos que en paliar el hambre de sus ciudadanos

Publicado el 30 septiembre 2014 por Msnoferini

Asco y rabia son los dos sentimientos que me han causado la noticia aparecida hoy sobre el incremento de la partida presupuestaria, contemplada en los Presupuestos Generales del Estado del 2015, para la financiación de los partidos políticos cara al próximo año.

Los PGE incrementan en un 84,6% la partida destinada a la financiación de los partidos políticos pasando de los 84,75 millones de euros de este año a los 156,44 millones del que viene. Este incremento tan desproporcionada para el 2015 viene justificado, según ellos, por ser año electoral, lo que implica a más a más una partida extra de 187,6 millones para “material de procesos electorales y consultas populares”.

No apruebo ni entiendo que se dilapide el dinero público, y más dada nuestra actual situación, en financiar de manera tan desorbitada a quienes deberían autofinanciarse, sea con las cuotas de sus afiliados o con pequeñas donaciones, y buscar evitar su dispendio habitual.

Si quienes nos gobiernan aplicaran el sentido común y tuvieran un claro deseo de regenerar la democracia deberían empezar por obligar a los partidos a autofinanciarse pero de una manera transparente evitando las grandes donaciones directas e indirectas (porque no olvidemos que el proyecto de ley de control de la actividad económico-financiera de los Partidos Políticos, que después de muchos meses aun está pendiente de su aprobación, quiere excluir de dichas limitaciones las donaciones realizadas a las fundaciones de los propios partidos), así como prohibir el endeudamiento de los partidos, la condonación de las deudas que se pudieran haber contraído con la banca y obligando a todos ellos a someterse a un riguroso control por parte del Tribunal de Cuentas y la Intervención del Estado.

Pero está claro que si la ley no pone freno a las donaciones de las fundaciones y no se evita que los principales donantes puedan participar en los procesos de licitación de los grandes concursos públicos por muchas leyes que aprueben seguirá existiendo el mercadeo de siempre.

Por lo tanto muy señores míos déjense de subvenciones millonarias –si total a algunos partidos de poco les va a servir todo ese capital para lavar su cara de tanto escándalo– , aprueben de una puñetera vez una ley de transparencia y regeneración que ponga freno a tantos excesos, eviten hacer tantos dispendios en campaña electoral y preocúpense más de hacerlas a pie de calle que les saldrá más barato y podrán ver cuales son problemas reales de sus ciudadanos, esos ciudadanos a los que han jodido con sus políticas y que hace tiempo abandonaron a sus suerte.

MSNoferini


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