Un pájaro sobre los Himalayas

Y ese pájaro soy yo.

Sí. Lo conseguí. Me ha costado lo mio, pero lo he conseguido. Después de mucho preguntar, de muchísimas negativas, de problemas por todas partes, he encontrado a un chaval, Sonu, que me ha conseguido un grupo de parapentistas para poder volar en Billing, el mejor lugar del mundo para practicar el parapente, donde se celebra el campeonato mundial, y yo, también he volado aquí.

Para quién no lo sepa, yo se volar, me refiero obviamente en parapente... Años atrás llevé a cabo varios cursos y me compre mi parapente el cual he tenido un poco abandonado este último año. Pero estando tan cerca de un lugar tan singular como Billing, la tentación ha sido demasiado grande y he sucumbido ante las ganas de libertad y ante la espectacularidad del paisaje.

Desgraciadamente me dejé licencia de vuelo en Madrid por lo que he tenido que volar en tandem, aun así, lo importante era volver a volar, y no en cualquier sitio, sino en los Himalayas!!!!

Pero el lugar no es muy accesible, a las 5 de la mañana me desperté para llegar a Dharamsala a las 6 y tras 3 buses locales y más de tres horas de viaje, me encontré en Bir.

Bir es el pueblo donde se encuentra el aterrizaje, y ahí contacté con los parapentistas que tras recogerme subimos una hora montaña arriba hasta el despegue.

Y el proceso de siempre, esperar a condiciones perfectas, charlar con otros parapentistas y discutir donde se encontraran las térmicas y aterrizajes de emergencia. Y de repente, las condiciones son perfectas, se despliega la vela, se ponen los arneses, y sin pensarlo dos veces: a volar!

Nada más despegar aparecen las primeras térmicas y podemos subir unos cientos de metros sobre el despegue, cada vuelta de térmica que damos ascendemos y se ven más y más picos nevados del Himalaya. Un vuelo de una hora, una hora en la que la cabeza se queda en blanco, en la que la paz te absorbe, y en la que me sentía como un niño con un juguete nuevo.

El aterrizaje muy suave, tras unas acrobacias, que nunca había hecho y que rematan un vuelo perfecto, suave y precioso.

Abajo a la izquierda se ve el despegue... ascension en 5 minutos

Tres horas de vuelta a Dharamsala, en otros 3 buses públicos, pero la vuelta en vez de tener la cara de sueño de la ida por el madrugón, llevaba una sonrisa de oreja a oreja.

Información práctica:

El vuelo me ha costado 2500Rs más 400Rs de subida al despegue. Los múltiples autobuses públicos no han sido más de 120Rs. Así que el total del día ha sido de 3050Rs (50€). Experiencia más que recomendable, que aunque se me sale del presupuesto diario, está bien absorbido por tanto día que no he pasado de 3€.