Revista Salud y Bienestar
En estos dia, en los que me encuentro realizando unas sustituciones en el país vecino (Francia), se habla mucho de una propuesta que surge desde la Academia de Medicina, que ha conseguido despertar múltiples opiniones cuando no polémicas: este organismo propone la cobertura del deporte en general, por parte del paraguas de la Seguridad Social.
Sus señorías académicas galas se basan, obviamente, en los tan demostrados como numerosos beneficios que a la población aportaría la saludable práctica de algún ejercicio físico y que, a medio o largo plazo, supondría un evidente ahorro en medicamentos, cuando no en otros gastos de índole medico-sanitaria.
Según ellos: el estado debería sufragar un tanto por ciento de las mensualidades que numerosos franceses abonan, o deberian abonar en los gimnasios de sus diferentes barrios, tal y como ya viene haciéndolo tradicionalmente con las consultas médicas, los medicamentos, determinadas actividades paramédicas (fiosioterapia, etc), las intervenciones quirurgicas o -incluso- la balneoterapia...
No sería mala esta medida en un país en el que, a pesar de ser la quinta potencia económica mundial, o quizá por eso mismo, sus pre-adolescentes constituirían la cola de la Comunidad Europea en lo que a la práctica de deportes se refiere, y que por ende y actualmente no parezca brillar con demasiados destellos en lo que a éxitos deportivos se refiere...
Falta saber si la situación de pre-crisis en la que se encuentra (en el presente año se están vendiendo un 8% menos de vehículos que en el pasado), le dé licencia para adoptar medidas que, aunque pudieran suponer un claro ahorro en el futuro, supongan un evidente gasto en la inmediatez...