Un paraíso para el verano: Riosequillo en Buitrago
Todos los madrileños, nativos o no, lo estamos pasando mal este verano. Muy mal. Renegamos de la ciudad, nos colocamos debajo de cualquier ventilador y consumimos litros de cualquier líquido. O nos bañamos en él. Eso es lo que vamos a hacer hoy, viajar a un paraíso a menos de 80 kilómetros de Madrid a meternos en el agua de las piscinas de Riosequillo, en Buitrago de Lozoya. Tened en cuenta que en el edén se agolpan miles de urbanitas los fines de semana. Vamos a ello.
Advertencia : este post está escrito bajo los efectos del calor con la subjetividad que ello entraña. En circunstancias normales puede que Riosequillo no sea tal paraíso. Os aseguro que a 40ºC lo es.
Dirección al paraíso.
Desde Madrid, la A1, dirección a Burgos, nos lleva directos a Riosequillo. Son unos 70 kilómetros de autovía que, en condiciones normales, se recorren en 50 minutos aproximadamente. Tomamos la salida 74 y en el cruce, en vez de girar hacia Buitrago, nos dirigimos a la izquierda. Unos carteles nos indicarán el área recreativa de Riosequillo. En 5 minutos estaremos en su puerta.
Riosequillo
El pase al paraíso.
Sin bajarnos del coche, compramos las entradas que nos abren las puertas de Riosequillo. Por 3€ la taquillera nos dará las llaves del cielo. Hay más precios: 3,5€ los fines de semana, bonos, entrada reducida para niños, etc.
El área recreativa está abierta de martes a domingo del 27 de junio al 30 de agosto. Cuando un lunes es festivo también abre pero, si se da esta circunstancia, el martes permanecerá cerrada. Más información en la web del Canal de Isabel II.
En el paraíso.
La piscina de Riosequillo es larga, una de las más grandes de la Comunidad de Madrid. Por un lado, está rodeada de césped, árboles y merenderos y, por el otro, por el embalse de Riosequillo, de donde toma el agua, evidentemente sin cloro. El contraste entre las diferentes tonalidades de verde, los azules de la piscina, del embalse y del cielo y la silueta de las montañas dotan de mucho encanto al sitio. Parece que estás en plena naturaleza. Más ventajas. Es accesible para personas con movilidad reducida, tiene capacidad para 2.000 personas y cuenta con una zona deportiva con pistas de baloncesto, fútbol… y aparatos para hacer ejercicio. Y mucha sombra.
Riosequillo
Los alrededores del paraíso: Buitrago de Lozoya.
Las murallas, el castillo, su iglesia, el Museo Picasso… Buitrago de Lozoya es uno de los pueblos más monumentales de la Sierra de Madrid a la par que dinámico. Su programación cultural varía durante el año y ahora en verano están en marcha el VII Festival de Música Antigua y Clásica Marqués de Santillana, una iniciativa de teatro en las calles, varios conciertos los fines de semana, el mercado artesanal los sábados y domingos… Excusas suficientes para alargar la estancia en la sierra de Madrid, quedarnos a cenar o, incluso, a dormir. Más planes, fechas y horarios en la web del ayuntamiento.
Buitrago de Lozoya
Buitrago de Lozoya
Que el paraíso no se convierta en infierno.
Riosequillo tiene pocas pegas y sus desventajas sobre todo vienen por la cantidad de gente que se acerca a disfrutar de las piscinas los fines de semana.
Empezamos con el yantar. Beber y comer es posible aunque con sus dificultades. El único bar tiene un menú del día a unos 10€ pero, cuando las piscinas se llenan, las esperas son largas. Por eso, las neveras llenas de latas y comida son una buena opción. Además, existen merenderos. Dominguerismo ilustrado pero práctico.
Aunque el aparcamiento de Riosequillo es amplio, los fines de semana está repleto, tanto para aparcar, como para poder entrar, es mejor llegar pronto.
Los atascos en la A1 por la mañana son míticos. El trayecto, de una hora, puede convertirse en eterno. En este caso sí que se cumple el dicho de “a quien madruga, Dios le ayuda”. Levantaos pronto y os abrirá las puertas. Del paraíso de Riosequillo.
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