El parásito estaba alojado en sus lentes de contacto y estuvo a punto de comerle los ojos
EE.UU.-Una joven adolescente estadounidense estuvo a punto de perder la vista debido a un parásito que se alojaba en sus lentillas y que comenzó a devorar su córnea. Ashley Hyde, que es como se llama esta desdichada joven de 18 años y residente en Florida, comenzó a notar que la vista se le iba nublando pero ni ella ni los especialistas acertaban con el origen del problema. Los médicos tomaron muestras del ojo con un pequeño taladro y descubrieron que Ashley tenía una infección por acanthamoeba, un parásito microscópico que se encuentra en el agua y que se puede introducir en el cuerpo humano a través de las lentillas, de cortes en la piel o siendo inhalado. "Con este tipo de cosas puedes perder la vista", asegura el médico de Hyde. "Lo mejor para prevenirlo es mantener una buena higiene y cambiar las lentillas con regularidad". El Acanthamoeba es un diminuto parásito unicelular que se encuentra en el agua del grifo, en el polvo, en el mar y en las duchas y piscinas. En el caso de Ashley, el parásito se estaba alimentando de las bacterias que se encontraban en sus lentes de contacto sucias. Cuando estas lentes se pusieron en contacto con el ojo, la bacteria comenzó a comer la córnea, la capa externa del globo ocular. Los síntomas de la infección incluyen picor de ojos y lagrimeo, visión borrosa, sensibilidad a la luz, inflamación de los párpados superiores y dolor extremo. El tratamiento consiste en gotas para los ojos, con los pacientes inicialmente tratados cada 20 minutos, día y noche, y pasar hasta tres semanas en el hospital. En los casos más graves se dan trasplantes de córnea. Los conejos para evitar este tipo de problemas son mantener limpias las lentes y reemplazarlas con regularidad.