España no es diferente a Estados Unidos, Francia y otros muchos países donde las derechas nacionales suben con fuerza y los ciudadanos desean ver en el poder a un líder que anteponga los intereses de su propio pueblo a los intereses propios y de sus amigos los poderosos. Aunque nadie las publica, las encuestas son claras y revelan que si existiera en España un auténtico partido de derecha, ganaría las elecciones y gobernaría en cuatro años porque hay millones de españoles que votan al PP y al PSOE con la nariz tapada y se sienten hartos de soportar a falsos demócratas que gobiernan como dictadores. Los conservadores españoles están tan decepcionados con el PP que muchos hasta votarían a ese partido nuevo del que se habla, creado por José María Aznar, que obtendría más de cuatro millones de votos, más que el agotado y lamentable partido de Rajoy. ---
Si en España apareciese un Donald Trump, seguramente ganaría las elecciones. La mayoría del electorado español está preparado para elevar hasta el poder a un político decente, fuerte, que sea capaz de dar un puñetazo en el vertedero independentista catalán y que practique con toda dureza el "España primero", la honradez y el castigo de los muchos corruptos y delincuentes que se atrincheran en el Estado para saquear el país.
España está plenamente madura para apoyar masivamente a un partido auténtico de derecha, liberal, amante de las tradiciones y de la patria, que proyecte fortaleza y que otorgue protagonismo a los ciudadanos, al concepto de España y a la libertad, políticas opuestas a las que defiende hoy la falsa derecha del PP, que es votada por millones de españoles con asco y sin ilusión porque no existe en España una alternativa más fiable para las clases medias, los patriotas y los demócratas.
El bloqueo político y mediático a esa opción de auténtica derecha, masivamente deseada por gran parte del electorado, es una de las operaciones más antidemocráticas y tiránicas existentes en una democracia europea. Presionados por el PP y el PSOE, los medios de comunicación españoles están bloqueando el nacimiento y crecimiento de ese partido que la sociedad demanda.
Crear ese partido, que según las investigaciones sociológicas atraería al menos la mitad de los votantes actuales del PP, al 40 por ciento de los de Ciudadanos, al 15 por ciento de los del PSOE y a la mitad de los indecisos y abstencionistas, es la gran tentación de José María Aznar, que conoce y rumia esa posibilidad, y la gran desesperación de VOX, un partido con rasgos de derecha auténtica, que está siendo activamente boicoteado por los medios de prensa españoles, casi todos ellos dependientes del binomio político PP-PSOE.
La derecha real, a la que en Europa llaman "extrema derecha" para desprestigiarla y robarle votos, es una fuerza creciente en la mayoría de los países europeos, donde ya gobierna en algunos países y pronto podrá gobernar en Holanda, Austria, Francia y otros países de la Europa del Este.
El crecimiento de esos partidos es producto del fracaso de la socialdemocracia, tanto en su versión socialista como en las derechas moderadas, que se han impregnado de autoritarismo, intervencionismo y otros rasgos de la izquierda. Pero el auge de esa derecha nueva y sin complejos que habla claro, ama la nación, defiende las raíces europeas, frena la inmigración masiva, desea recuperar las raíces liberales de la democracia, predica la austeridad gubernamental y odia la contaminación de esa progresía acomplejada que abraza la corrupción, provoca desempleo, hace crecer la pobreza, se somete a Estados Unidos y gobierna para los ricos, se debe sobre todo al cansancio de los ciudadanos y al rechazo a las políticas izquierdistas fracasadas y basadas en el cobro masivo de impuestos, el despilfarro gubernamental, la marginación del ciudadano de la vida política y en una forma de gobernar que desprecia constantemente la voluntad popular y que únicamente beneficia a las grandes empresas, a los millonarios y a las élites políticas y burocráticas.
José María Aznar, a pesar de que sabe que genera mucho rechazo y que él no es el líder que España desea, conoce perfectamente el hartazgo de la sociedad española ante la oferta del PP y del PSOE, fruto del cual han sido el nacimiento de Podemos y de Ciudadanos, dos partidos que han crecido al amparo del impulso reprimido de la sociedad española, que espera la llegada de un partido nuevo que acabe con el bipartidismo asfixiante y abra los horizontes de España a una política más acorde con la libertad, la decencia y la burlada voluntad popular.
Consciente también de que el impulso creciente de la sociedad se orienta claramente hacia un partido que sea auténticamente de derecha y que ponga de manifiesto con claridad que el PP es una socialdemocracia camuflada, Aznar está meditando si lo impulsa o no. Sus últimos movimientos de enfrentamiento a Rajoy y su renuncia a la presidencia de honor del PP deben interpretarse como pasos previos al posible lanzamiento de ese nuevo partido, que podría alcanzar el gobierno de España en menos de cuatro años, porque ningún otro país europeo reúne mejores condiciones ni mas predisposición que la sociedad española a recibir esa nueva opción política con los brazos abiertos.
Francisco Rubiales
Revista Opinión
Un partido de auténtica derecha ganaría las elecciones en España, en sólo cuatro años
Publicado el 08 febrero 2017 por FrankySus últimos artículos
-
El gran problema de España no es Sánchez sino el PSOE
-
La DANA de Valencia es el más miserable fracaso de los políticos españoles en muchos siglos
-
El triste fracaso del sanchismo deja una España gravemente enferma
-
Europa está en manos del verdadero neofascismo, la cultura woke marxista y progre