Un paseo en góndola

A veces los sueños se cumplen demasiado pronto o no, no se si ahora viviría un viaje a Venecia como lo hice hace mas de 13 años y medio que ya comenté muy resumidamente en el post La Lluvia en Florencia es una maravilla. Iba pasando los días tan rápido después de salir de Roma y su columna de Trajano. La noche antes en el hotel del Lido, no estaba en Venecia mismo, fui consciente de ello.

He leído con pena sobre la degradación de Venecia y sus intentos para evitarlo, por ejemplo quieren evitar la excursión como al que hice yo, de pasar el día ahí y marcharse.

A la mañana siguiente cogimos un barquito para llegar a la ciudad, de donde esta hecha la foto, que lástima que la calidad de las fotos no sea buena. Porque no inventaron las cámaras digitales antes? También hay que tener en cuenta que era mediados de febrero.

Al bajar del barco, visita al palacio Ducal y su puente de los suspiros, tengo un recuerdo borroso después de una semana viajando por sitios tan cargados de arte, ya no ves las cosas igual. Después uno de los momentos que me hizo más ilusión pasear en góndola, no recuerdo que costó pero seguro que mucho, Italia con la lira estaba por las nubes igual como con el euro. El gondolero no andaba con muchas ganas, paseaba a 6 personas, no cantó aunque vimos a alguno que lo hacia pero poder decir que he pasado por los canales de Venecia en góndola no me lo quita nadie.

Después la famosa plaza de San Marcos con su reloj y esa explanada enorme antes de pasear por sus calles estrechas que encontré una joya inesperada, un conjunto de casitas tipo casas de muñecas que forman el Ghetto de Venecia, que por lo visto es el barrio judío, así que me metí y me perdí. Por suerte había indicaciones para llegar a la plaza San Marcos marcadas en las paredes de las casas, no se si deben seguir estando o mejorando la señalización que costaban de ver.

Y después vaporetto y finito encantada con Venecia.