Buenos días de jueves… seguimos la semana con historias que nos llegan, esta vez de una pareja que celebró su aniversario hace un par de semanas. 5 años juntos y Javi quería llevar a Rosa al mismo sitio donde se conocieron… el Teleférico de Fuente Dé, ¿lo conocéis?
Hace 5 años Javi viajó a Cantabria con un grupo de amigos para hacer una ruta de senderismo por la comarca de Liébana. Entre las paradas que tenían programadas, Fuente Dé era de una ellas. Al llegar no podía dejar de subir en el teleférico y disfrutar de las maravillosas vistas del la montaña cántabra. Allí, en una cabina con 20 pasajeros, se encontraba Rosa con sus padres y su hermana pequeña. Estaban de excursión por la zona, se alojaban en el Desfiladero de la Hermida, igual que Javi y sus amigos.
Durante los 4 minutos que dura el ascenso, Rosa se percató de que en el suelo había un pendiente de perla. Miró alrededor para valorar si podía ser de alguien que estuviera allí en ese momento pero no vio a nadie y decidió cogerlo. Su sorpresa fue cuando, al mismo tiempo, Javi se agachó con la misma intención que ella. Los dos se quedaron parados. Javi pensó que era de ella y la dejó cogerlo. Entonces Rosa no tuvo más remedio que preguntarle, “¿es tuyo?”
Javi estaba desconcertado, ¿el pendiente de perla era de esa chica o no? – Entonces, entre mirada y carcajada surgió una chispa. El trayecto finalizó, pero la conversación continuó en la explanada, con unas vistas inmejorables que fueron testigo de algo que comenzaba a surgir entre los dos.
Tras continuar cada uno con su grupo y con su itinerario por los Picos de Europa, llegaron a la hospedería donde se alojaban que, casualmente, era la misma. La cena fue muy especial, todos en la misma mesa, los padres de Rosa se integraron muy bien con los chavales y se lo pasaron en grande. Rosa y Javi continuaron su conversación…
Hoy, 5 años más tarde, viven juntos en Barcelona y tienen una niña preciosa. Javi quiso celebrar su aniversario volviendo al teleférico de Fuente Dé y regalándole a Rosa durante el trayecto unos pendientes de perlas… ¿os imagináis la sorpresa?
Gracias, Javi y Rosa, por compartir vuestra historia. Un abrazo.