Revista Diario
Pocas cosas me gustan más de mi tierra que sus sendas costeras. Flanqueada por a un lado por el rugir del mar, y por el otro, de nuestras montañas, silenciosas vigilantes del Cantábrico y de las tierras de pasto. Caminar al lado del mar tiene algo de reparador, de reconectar no solo con la naturaleza, sino también con uno mismo.
Tal y como te contaba mientras paseamos por Celorio, siempre que el tiempo nos lo permite, nos gusta dedicar los domingos a recorrer Asturias, y esos paseos también me gusta compartirlos con vosotros.
Uno de los últimos que hicimos fue precisamente una senda costera, la que va desde la Playa de La Espasa hasta el Arenal de Moris. Ubicada en Caravia, en la zona oriental de Asturias. La ruta puede hacerse en cualquiera de sus sentidos, en cada uno de los puntos encontrarás un parking, bar de playa y zona de merendero, siendo quizás más completo el servicio ofrecido en La Espasa.
En sí, la ruta sería más larga, unos 10 km, comenzando desde el Arenal de Moris y finalizando en la Playa la Griega, en Colunga. Pero nosotros, con este trocito nos conformamos, es un trayecto corto, con poco desnivel y que los niños caminan sin dificultad.
Rodeado por un lado de las playas y el mar, y por el otro de tierras de pasto, es frecuente encontrar pastando a vacas, caballos, ovejas, y si es en primavera, veréis incluso a sus crías retozando en los prados.
Lo ideal sería llevar unos bocadillos o empanadas y al final del trayecto, disfrutar del paisaje, y si uno es atrevido, probar las aguas del Cantábrico, pero esto ya lo dejo para los poco frioleros. Poco más os puedo contar, creo que lo mejor es que las imágenes hablen por si solas, os dejo con algunas de las tomadas ese día, y os animo a que si algún día visitáis el Principado, no desaprovechéis la oportunidad de disfrutar de alguna de nuestras sendas.
Gracias por acompañarme una semana más, os deseo un buen fin de semana.