Hace ya unos días se liberó Fedora 16 “Verne”. Como habréis leído en otros blogs o en las propias notas de liberación, Fedora 16 trae la última rama del kernel, la versión 3.1. A pesar del enorme salto númerico, los cambios no son para nada dramáticos. El propio Linus bromeaba acerca de esta nueva rama:
[...] honestamente, la razón real (para este cambio) es que simplemente no se puede contar cómodamente los números mayores a 40.
También se añade Grub 2, de forma un tanto cutre, también hay que decirlo. Estamos acostumbrados a las pantallas retocadas de Grub de versiones anteriores y Fedora 16 trae Grub 2 sin tan siquiera un fondo de pantalla y con las tipografías por defecto.
La lista de cambios que afectan a administradores del sistema es amplia: virtualización, cloud, bases de datos, demonios del sistema… pero se alejan del propóstio de esta entrada, que es mostrar los cambios que afectan a los usuarios de escritorio. Si de todas formas estáis interesados en conocer estas modificaciones podéis echar un vistazo a las notas de lanzamiento.
El cambio más importante es el entorno de escritorio. Fedora 16 utiliza por defecto Gnome 3.2 con Gnome Shell. La integración con este escritoio ha mejorado con respecto a versiones anteriores, y además se incluyen todas las actualizaciones y mejoras que han desarrollado los de Gnome. La integración con las redes sociales y en especial con Google es fundamental en este escritorio. Una de las mejoras más importantes en este aspecto han sido las notificaciones, mucho más naturales y útiles que en Gnome 3.0.
Gmail, Docs, Calendar, Contacts… todo queda sincronizado con el escritorio al configurar nuestra cuenta. Incluso podremos acceder al correo desde la aplicación de Gnome sin tener que configurar nada en Gmail. Fedora, por su parte, ha añadido nuevas aplicaciones a sus repositorios como, por ejemplo, Hotot: un cliente de microblogging con una interfaz muy moderna y escrito en Python.
Los efectos de escritorio, transiciones y demás animaciones funcionan out of the box sin necesidad de instalar ni configurar nada (incluso desde el live cd). Ni siquiera tuve que instalar los driver propietarios de Nvidia. Todas las aplicaciones multimedia, juegos y Plymouth funcionan con el driver opensource Noueveau, lo cual se agradece.
También es interesante cómo funcionan las esquinas del escritorio. Esto es algo que en KDE ya podíamos configurar y usar desde hacía bastante tiempo, pero el modo en que lo han implementado en Gnome es muy práctico y visualmente agradable. La esquina superior izquierda nos permite el acceso rápido al menú principal de Gnome Shell con las aplicaciones favoritas, los escritorios, etc. La esquina inferior derecha nos permite acceder a las notificaciones, programas abiertos y discos extraíbles.
Gnome vuelve a ser una opción a tener en cuenta. Si no te acaba de convencer Unity de Ubuntu, KDE no está hecho para ti y quieres abandonar el viejo Gnome 2, dale una oportunidad a Fedora 16.