Revista Coaching

Un paso más cerca del éxito.

Por Elizabeth Garcia @LParadoja
 ¡No hay fracasos!, Solo hay renuncias al éxito…
éxito a la vuelta de la esquina
¿Qué significa fallar en algo? ¿En qué momento un resultado queda etiquetado como un fracaso? Si un artista realiza una pintura y no la vende, entonces ¿falló? ¿Es entonces un fracaso? ¿Qué pasa si nos quedamos cortos en cuanto a un resultado deseado?
Cómo respondemos a estas preguntas tiene un impacto significativo en nuestro éxito a largo plazo.
La mayoría de la gente ve el fracaso como un resultado final. Y ¡trágico!
 Él se quedó corto...  Hubo una ruptura en el proceso… Ella lo intentó, pero no tuvo éxito...
Algunas personas, sin embargo, vemos el evento como una mera parte del proceso, una pieza del rompecabezas.
Esta teoría sugiere que el fracaso es simplemente un déficit, la evidencia de la brecha entre el objetivo y la realidad actual.
Si concuerdas con esta versión, entonces ves el fracaso como una oportunidad de aprendizaje.
Significa que eres capaz de evaluar lo que salió mal, lo que no funcionó como se esperaba. Luego, a ajustar su estrategia, e intentar de nuevo.
¿Cuántas veces en nuestras vidas no hemos rendido sin siquiera haber intentado algo?, ¿Por qué? ¿Por  miedo de fracasar? Ni siquiera el fracaso en sí, ¡sólo el miedo!
Y luego están los tiempos en que hemos probado algo una vez, hemos intentado, y no salió como esperábamos. Nos dimos por vencidos.  Y Dejamos. Y Abandonamos…
Esta reacción es probablemente la tendencia natural humana. Pero hay un montón de pruebas que sugieren que ¡el éxito está a la vuelta de la esquina!, justo al otro lado del punto en que se detuvo.
Vincent Van Gogh sólo había vendido uno de sus cuadros, y a un amigo. Vangoh se moría de hambre para poder crear sus cuadros. Hoy en día, su trabajo no tiene precio. Pinto más de 800 cuadros.
Thomas Edison tuvo 10.000 fallos antes de que él inventara la bombilla incandescente. ¿Por qué no se detuvo después de uno, diez o nueve mil fallos? Él tomó una decisión, y cada fracaso le llevó mucho más cerca del éxito.
J.K. Rowling se había separado de su pareja y estaba criando a su hija sola, gracias a la seguridad social mientras escribía el primer libro de Harry Potter.  Gracias a su escritura ahora es multimillonaria y conocida por los 7 libros de la saga.
Charlie Chaplin fue rechazado por varios ejecutivos porque pensaban que su forma de actuar era demasiada retorcida para que la gente lo entendiera. Alguien le dio una oportunidad y acabó convirtiéndose en la primera auténtica estrella de cine estadounidense.
Harland David Sanders, el famoso “coronel” de KFC, no conseguía vender ni un solo su pollo. Más de 1000 restaurantes lo rechazaron. Hoy la imagen de KFC esta esparcida y posionada por todo el mundo.
Albert Einstein no habló hasta los 4 años y no empezó a leer hasta los 7. Sus maestros  lo tacharon de “lento” y “discapacitado psíquico”. Ganó el premio Nobel de física. El simplemente tenía una forma muy distinta de pensar.
A Marilyn Monroe le dijeron que no era ni suficientemente bonita ni tenía el talento adecuado para ser actriz. Ella no se rindió, y hoy es considerada una de las actrices más emblemáticas y una sex symbol de todos los tiempos.
A Walt Disney lo  despidieron en un periódico porque “le faltaba imaginación y no tenía buenas ideas”. Fracaso en muchos de sus negocios antes de estrenar su primera película. Mi infancia y la de muchos niños no sería la misma sin sus ideas.
Babe Ruth, uno de los jugadores más grandes de todos los tiempos,  tuvo el record de jonrones durante años, pero también fue el que tuvo más strikes que nadie en la historia.
Cada fracaso es como un “strike out”, y su mayor activo es el número de ponchadas  desde el último hit (golpe). Cuanto mayor sea el número, más cerca estarás a su próximo hit.
La ley de los promedios significa que su próximo éxito puede venir en su próximo bate. ¡La Acción cura el miedo!  Así que toma la acción que estas posponiendo y ¡avanza un paso más hacia el éxito!
La vida del hombre es interesante principalmente si ha fracasado. Eso indica que trató de superarse. Georges Clemenceau …

Lo repito… "¡No hay fracasos!, Solo hay renuncias al éxito" - Eli García.
Nos vemos pronto.
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