Revista Festivales

Un paso nuevo - tercer premio certamen literario Milonga del Angel

Por Sonriksen

UN PASO NUEVO-Van a hacer un paso nuevo! Un paso nuevo en la milonga de Alcides y Corita!-Si. La nueva tendencia. La nueva coreografía. El nuevo estilo. Hace quinientos años que bailamos los mismos remezclados. Qué paso nuevo?-Ustedes no lo entienden. Van a hacer un paso nuevo. No una secuencia ni una interpretación. Un paso nuevo, recién sacado de los cromos.-Mirá Bandola. Lo de Alcides&Corita queda lejos. Después tengo que hacer transbordo para llegar a casa. Y mañana a las 7 ya tengo que estar arriba.-Pero Casatta! Te vas a perder la oportunidad de asistir al nacimiento de un mito? Los chicos no dejan subir ni los ensayos!-Que chicos? – apunto el piba Hamacadita.-Pantaluzzi-Ragalda.-Y esos quienes son?-Pantaluzzi-Ragalda Ignorante! Los flamantes campeones inter-galácticos de este año.-Inter-galácticos dice? Si esos no salieron nunca del sistema solar!-Inter-galácticos. Te lo digo yo que voy a todos los tango-siderales. Casi gana la pareja de Igantir, pero les falto sentimiento en la segunda cabeza.-Lógico. Los Brusianos abrazaran mejor a ocho brazos y los de Clutosia no tiene igual siguiendo el contrabajo con las patas traseras y el violín con las delanteras. Pero querido...Que vas a comparar? El sentimiento que le ponemos nosotros no lo pone nadie – apunto Hamacadita.-No lo sienten. No.-Y van a hacer un paso nuevo?-Si. Vamos a milonguear que estara lleno! Y tienen promoción de empanadas a 600 Puglieses. Con un Blister comemos todos.-No se. No se. El chip de vino tinto que tienen me da resaca.-Pero el deshidratado de champagne es bueno. Con tres sobres estamos pepito.El caso es que me deje convencer por Bandola y luego de hacer transbordo con mi humilde rastrojera espacial pagando triple peaje en dos agujeros negros llegamos con los simuladores-vestuario Arolitas colgados en el hombro al asteroide Ostentosa donde se milonguea cada sábado desde que se mudaron del planeta Gurb por problemas con vecinos. El espaciopuerto estaba lleno de naves particulares y Tangocios comerciales vendiendo modas y estilos. Aun así entramos bastante rápido, a pesar de las aglomeraciones en las puertas. Hay mucho vivo que no quiere pagar y grita “Vos sabes quien soy yo?” a los vigilantes robots. Ocupamos la ultima mesa fija al nivel del suelo. Quedaban mesas -2G sobrevolando la pista y siguiendo a los mejores bailarines que a pista llena se afanaban destacando en una indefendible versión de “El Tango es el tango”Será que soy tradicionalista y me gusta apreciar el movimiento de la ronda sin que se mueva la mesa.-Esto es horrible! Quien musicapifia? Pregunto Hamacadita.-Una gárgola nueva. La Pebete Chirrino. Su conjunción de bandoneones Troilianos con piano Di Sarli y violines Zíngaros le sale bien. Pero esto...-Y... No hay que abusar de la guardia nueva. Ni del cromosanto.Pedimos dos blister de empanadas y un copón con gelatina de fernet, que nos trajeron en un bonito esfumante. Y después para bajar el pastillazo gastronómico nos fuimos a bailar sentando en las mesas los simuladores Arolitas, que ya cabeceaban anticipadamente a las muchachas por nosotros para las tandas subsiguientes.Sinceramente no baile bien. No se si era el ambiente, los giratrompos de la pista, la ansiedad que se vivía en la sala esperando la coreografía o una de las cejas irisadas de mi compañera, obstinada en marcar el compás sobre mi ojo derecho. Con otras parejas no me fue mejor. Hacia mucho calor y algún ictedista se derretía sobre el suelo para adelantar en la ronda sin que los reguladores del parquet santo llegaran a entalcar la mancha.El tema de conversación era el nuevo paso y la horrible música que acompañaba las frituras. Después de cinco aburridas tandas de Tanturi-Vargas con los instrumentos sincretinos de los Petisos Biaggis, el Gordo Alcides salio a la pista con el alma de Corita en un contenedor canyengue y su tradicional traje de diez pinzas y leds silábicos. Luego de largos agradecimientos con listado desplegable de milongas en el cuadrante G.7 de la vía láctea, nuestro humilde hogar, dieron paso a los artistas.Avanzaron al centro. Ella nimbada en un semitransparente polvo lunar para enamorar. El, sobrio en su tatuado alterno modelo Chichomboli.La sala entera en su inmenso kilómetro aumentado por los tangorámicos estaba en vilo aguantando el aliento o lo que fuera.Sonaron los primeros compases. Una versión de “ojos negros” masterizada en viento de asteroides. Con gracia llegaron a encontrarse al centro y si había una zancada diferente no la aprecie. La salida usual en cinco amagues rotatorios y ya estaban caminando con el virtuosismo normal.Sin embargo había algo. Un pulso, una forma que no era usual y que no podría describir.Ahí esta! Ahí esta” gritaba Bandola en cada secuencia. Y el Piba Hamacadita retrucaba. “No. No. Eso lo hacen desde hace mucho”.Era cierto. Lo que veíamos llevaba años y años de esfuerzo y trabajo, una enciclopedia de técnica y postura. Tenia el sentimiento del bandoneon huérfano de la luna perdida, la belleza del adorno de las sílfides hielo de Titan en su empeine de fuga y la delicadeza perfecta del samurái cristal cruzando a detenerse en sus pistas de niebla.Pero no era nuevo.Me deje llevar, como tantas exhibiciones que uno quiere completar con su entusiasmo aunque el asombro no venia. Toda la sala estaba pendiente del paso nuevo, esperando. Y eso nos impedía disfrutar de la coreografía.Y entonces todo cambió. Bailaban, Lo juro por mi camiseta de la tango maratón del día Plutoniano con sus 158 horas, con viejos zapatos siglo veinte sin servomecanismo optimizado. Al siguiente instante la variación se volvió vertiginosa y en un imposible movimiento doble Pantaluzzi-Ragalda quebraron las tres dimensiones y se desplazaron por los trinos de violín en una vertical que no caía, sino que se elevaba como el alma de muchos concurrentes conocedores.Subieron sobre sus pasos abriendo otro presente solo con la voluntad de sus cuerpos y su abrazo como si bailaran en el centro y en el diámetro de un circulo infinito.Colores en la música. Un giro que produjo un destello y la frase “me muero por vos” al oído. La espalda de alguien muy querido que se aleja sin saludar sabiendo que será su ultima tanda. El primer zapato, roto de noches. Todas las milongas que se tragó el tiempo. Una pista resquebrajada donde aun baila una pareja desafiando dos soles moribundos y la negrura.Todo eso vi.
  • Pero el final, no. Estaba lagrimeando.Salte a aplaudir con entusiasmo, quebrando el silencio junto a todos los símiles de mi vestuario portátil. Muchos se sumaron también en ovación modesta aunque la mayoría siguió esperando.Rotos por el esfuerzo se fueron los bailarines vacíos de fervor.La milonga siguió como si nada. Los figuras y muchos envidiosos salieron enseguida a mejorar lo visto. Con zapatos robots cualquier payaso es virtuoso.No bailé más. Muchos chips de vino mas tarde nos fuimos, confundiéndonos con un grupo de profesores que revisaban en sus maquinas la configuración matemática del paso nuevo para copiarlo y difundirlo cuando llegaran a sus academias, despojándolo de toda su magia.Un paso nuevo - tercer premio certamen literario Milonga del AngelAlgo genuino y nuevo. Una transformación de energía ayer inexistente. Un poco de tiempo singular, vulnerando el espacio en imposible movimiento.Llegue hasta la nave rastrojero casi temblando
  • -Lo vieron muchachos.? Valió la pena -dijo Bandola tímidamente
  • - Si. Si. Muy bueno, dijo Hamacadita - Pero que quieren que les diga! Campeones de la galaxia. Y hacen el cierre de espaldas al publico!
  • No lo deje subir.
  • Todavía debe estar haciendo autoestop entre asteroides.


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