Revista Arquitectura

Un pastis en L'Étoile de Mer

Por Mrpink
Un pastis en L'Étoile de Mer
Después de caminar durante aproximadamente unos 500 metros, desde la estación de tren de Cap Martin, por fin había llegado a mi destino, y me disponía a disfrutar de un pastis, sentado en una mesa del restaurante L'Étoile de Mer, regentado por Robert Rebutato, mientras observaba la pintura que Le Corbusier había realizado en la pared del local que limitaba con su Cabannon.
La composición ocupaba todo el muro, y representa una escena de playa con personajes tomando el sol... de repente y sin saber cómo (llegué a pensar que era efecto del pastis) Le Corbusier, apareció como por arte de magia de entre los bañistas de la pintura, como un personaje más de la escena, ataviado con su "maillot de bain", era a la vez muro y pintura, arquitecto y pintor fundido en su propia obra.
Una vez despachó  con Rebutato el asunto que le había llevado a atravesar el muro, se despidió y de nuevo volvió a "zambullirse" en la pintura, creando una suerte de autorretrato en movimiento, que encontraba su efecto simétrico al otro lado, del mural.
No entendía muy bien lo que había pasado, y me quedé allí un buen rato, esperando una nueva aparición, mientras el pastis iba nublando mi mente.
Me acerqué con recelo, y desconfiando de mi vista palpé la superficie de aquel muro, y... sí! allí estaba la ranura que delataba la posición de la escotilla de acceso al cabannon, la que cruzaba Le Corbusier para comer, para tomar un refrigerio, o para charlar con Rebutato.
Probablemente el estilo de vida que llevaba durante las vacaciones, estaba despojado de lo superfluo , materialmente hablando, pero con aquella escotilla era capaz de trascender y disfrutar de los actos más cotidianos.
Un pastis en L'Étoile de Mer

Volver a la Portada de Logo Paperblog