Un pedacito de Egipto en Madrid: Ramses Rey de Reyes

“En Egipto se llamaban las bibliotecas el tesoro de los remedios del alma. En efecto, curábase en ellas la ignorancia, la más peligrosa de las enfermedades y el origen de todas las demás.” (Jacques Benigne Bossuet)

Como propósito viajero para este 2017 me puse la tarea de iros descubriendo rinconcitos de Madrid cada mes. Mi descubrimiento de enero fue esta pequeña (pero grande) exposición que gira en torno al Templo de Abu Simbel y que os animo a visitar.

• Situación: Av. Olímpica, 1B, Alcobendas. (Invernadero Arroyo de la Vega).
• Precio: 7 € (Precio reducido para estudiantes y mayores de 65). Incluye visita guiada.
• Horario: 10:30 a 20:30h (lunes a jueves y domingos).  10:30 a 21:00h (viernes y sábados).
• Duración: Por ahora se mantiene hasta diciembre de 2017.

Hany Mostafa es el autor de esta curiosa réplica a escala del Templo de Abu Simbel, templo construido originariamente por Ramsés II. Hany ha dedicado alrededor de 5 años para convertir su memoria en realidad, y digo memoria puesto que dentro del templo real está prohibido tomar fotos. Hany ha tenido que hacer más de 100 viajes al templo de Egipto para poder ir plasmando los detalles del mismo como buenamente ha podido.

Nada más entrar al pabellón lo primero que nos recibirá es la propia fachada del templo, en ella podemos ver a Ramsés II representado a la altura de los mismísimos dioses. Ramsés se consideraba una deidad y no es raro que el pueblo estuviera de acuerdo con ello puesto que Ramsés era pelirrojo (muy raro para aquella zona), medía casi 1´90 metros (muy inusual para la época), y vivió hasta los 87 años (cuando nadie pasaba más allá de los 30). También una curiosidad que nos gustó mucho de la fachada principal fueron las estatuas de los monos babuinos haciendo el saludo al sol.

Una vez nos adentramos por la puerta que da acceso al interior pasaremos a través de varias salas en las que iremos descubriendo un poco más sobre la historia y personalidad de Ramsés II. Muy especial la sala hipóstila que relata la batalla de Qadesh, en la que Hany trabajó durante 8 meses. Está llena de detalles y con una historia muy interesante, pero no voy a adelantaros nada y dejaré a los profesionales que os la cuenten durante la visita.

Personalmente la historia que más me gusto, fue la relativa al fenómeno solar que se produce dos veces al año en la sala del santuario. Una vez más me sorprenden los cálculos y la meticulosidad de los egipcios a la hora de cuadrar todo en las construcciones.

Saldremos finalmente por la fachada del templo de Nefertari, cuya ubicación tampoco fue elegida al azar.

Como veis no he querido hablar mucho de la historia que hay detrás de esta maravillosa construcción pues creo que es mejor dejar a un experto como Daniel, el guía de la visita, que os lo cuente todo de la forma que el mejor sabe.

Al finalizar la visita podéis comprar algunos souvenirs de temática egipcia, haceros una foto con la réplica del sarcófago de Tutankamón o hablar con Hany, el creador de esta obra, pues suele estar por allí rondando. Si queréis transportaros durante unos 20 minutos a Egipto no os la podéis perder.

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