Ya estoy más que convencida que en lo que se refiere a vivienda y decoración muchos nórdicos tienen un gen que nosotros no tenemos :) porque para convertir este pequeño piso de 53 m² en un hogar tan elegante se debe tener un don especial. No hay mil colores que combinar, ni cientos de detalles y muebles que colocar, son las piezas justas, en una gama de tonos grises y naturales, menos es realmente más y eso a los nórdicos, para que nos vamos a engañar, se les da fenomenal.
Inteligente uso de los tonos nude con la luz natural y la madera dando lugar a una decoración nórdica con un toque femenino, roto por los detalles más oscuros y toscos (mesa de comedor por ejemplo). La vivienda en mi opinión tiene dos ‘peros’ el dormitorio no es apto para claustrofóbicos y eso que la cama bajo la ventana parece que nos están llamando, se ve muy acogedora… y la cocina también tiene un punto de agobio con las juntas de las baldosas en negro, yo las pintaría de blanco inmediatamente, dejando el protagonismo del negro sólo para el suelo damero. Disfrutad! ¡Feliz miércoles!
Vía: Stadshem
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